La explicación científica de por qué los tatuajes no se borran
La tinta entra en la segunda capa de la piel, la dermis
La divulgadora científica Sandra Ortonobes, conocida como 'La hiperactina', explica en la red social X (antes Twitter) el por qué los tatuajes no se borran: «Cuando hacemos un tatuaje realmente la tinta entra está dentro de los macrofagos, células de la piel que hay en la dermis».
La experta explica que para que los tatuajes duren tiempo y no se borren, hay que inyectar más profundo en la piel, concretamente en la segunda capa, en la dermis donde hay macrófagos. «Estas células son expertas en fagocitar sustancias extrañas que puedan entrar en la piel» y añade: «Si tú fueras un macrófago y una aguja entra en la piel para empezar a meter un líquido negro o de color, vas a intentar comerte esa tinta. El problema es que hay mucha tinta y cada macrófago engullirá un montón. Se llenan tanto que se quedan 'gorditos' y no se mueven del sitio. La tinta es muy resistente y súper difícil destruir. Los macrófagos no pueden digerir la tinta y por eso los tatuajes no se borran».
Riesgos de los tatuajes
Según los expertos al menos un 30 % de la población de entre 20 y 40 años en España se ha realizado un tatuaje. Sin embargo no siempre se tienen en cuenta los riesgos asociados que conllevan.
El Dr. Donís Muñoz Borrás, de la Clínica de Dermatología Médico-Estética del Dr. Donís Muñoz (Gandía, Valencia) explica que «Si bien los efectos adversos derivados de los tatuajes son poco frecuentes y representan un porcentaje muy bajo en la clínica diaria, es importante prestar atención a las reacciones que se pueden presentar en los días sucesivos e incluso con el transcurso de los años».
El experto afirma en un comunicado de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) que tanto en España como en Europa en general «siempre que se practiquen en un centro homologado, los tatuajes se realizan con suficientes garantías higiénico-sanitarias».
Respecto a los efectos secundarios, «las reacciones inflamatorias pueden aparecer en cualquier color de tinta, en un 80 % se producen debido a las tintas rojas», remarca el Dr. Muñoz Borrás. Las mismas se manifiestan a través de la hinchazón y prurito intenso –hormigueo o irritación de la piel que provoca el deseo de rascarse en la zona tatuada–, no siendo excepcional la ulceración de la piel; situación para la que recuerdan, «es fundamental requerir la atención por parte de dermatólogos».
Cuatro los principales problemas
Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), son cuatro los principales problemas:
- La posibilidad de que el tatuaje se infecte.
- El dolor que se experimenta durante el proceso y que variará en función de la zona tatuada. Las zonas más sensibles son cabeza, axilas, costillas, codos, ingles, rodillas y pies. En cambio, las áreas menos dolorosas son hombros, pecho, brazos y piernas.
- El sangrado.
- Las reacciones alérgicas que puede producir la tinta.