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Salud mental

Tricotilomanía, el trastorno mental por el que puedes quedarte calvo

Se trata de un trastorno de control impulsivo que los pacientes no pueden evitar

Nuestra salud mental es clave para mantener nuestra salud física en un estado óptimo. Sin embargo, existen un gran número de trastornos que son muy difíciles de controlar, principalmente porque se desconocen sus causas.

Entre ellos encontramos la tricotilomanía, un trastorno psicológico relacionado con el control de los impulsos que conduce a quien lo padece a arrancarse el pelo de forma recurrente. Puede afectar hasta a un 4 % de la población y las mujeres tienen una probabilidad 4 veces mayor de resultar afectadas que los hombres.

Un trastorno que puede dejarte sin pelo

Los síntomas comienzan generalmente antes de los 17 años y, por norma general, tal y como explican desde Medline Plus, el cabello puede perderse por parches redondos o a lo largo del cuero cabelludo, lo que causa un efecto de apariencia desigual. No obstante, es posible que el paciente se arranque pelo de otras áreas, como las cejas, las pestañas o el vello corporal.

Además, algunas personas, después de arrancarse ese pelo, tienen a ingerirlo, lo que puede llegar a producir una obstrucción intestinal grave.

¿Existe tratamiento?

Tal y como explican desde Cinfa Salud, la terapia cognitivo-conductual se considera el tratamiento principal para la tricotilomanía. Este enfoque terapéutico, que ha demostrado eficacia en la reducción de los síntomas, ayuda a las personas con este trastorno a tomar conciencia de sus acciones, identificar los factores que las desencadenan y desarrollar estrategias para reemplazar el hábito de arrancarse el pelo por otras conductas, como apretar los puños, sentarse sobre las manos o dirigir las manos hacia la oreja en lugar del cabello.

El estrés se identifica como un factor que puede desencadenar la tricotilomanía. Además, la terapia cognitiva puede ser beneficiosa al trabajar sobre las creencias erróneas relacionadas con el acto de arrancarse el cabello, mientras que la terapia de aceptación y compromiso enseña a aceptar el impulso sin necesidad de ceder ante él.

El tratamiento a menudo resulta eficaz para disminuir o eliminar completamente el hábito de arrancarse el cabello, así como para aliviar emociones asociadas, como depresión, ansiedad o baja autoestima.

Sin embargo, una vez que se logra abandonar el hábito, es esencial mantenerse alerta, ya que el cabello está constantemente presente en el entorno cotidiano, lo que puede generar múltiples situaciones desencadenantes.

En algunos casos, ciertos medicamentos, incluidos algunos antidepresivos, podrían ser útiles. No obstante, los estudios sobre su efectividad son escasos y no concluyentes.