La mascarilla, habitualmente utilizada para combatir al coronavirus, es útil en la etapa primaveral para hacer frente a las alergias
Salud
¿Covid o alergia al polen? Síntomas, diferencias y dudas típicas del mes de mayo
Hay más de 8 millones de personas que sufren enfermedades alérgicas por pólenes en España
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Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), hay más de 8 millones de personas que sufren enfermedades alérgicas por pólenes en España.
La llegada de la primavera está ligada tanto al buen tiempo, como al impacto de la alergia y los molestos síntomas que provoca en quienes la padecen.
¿Cómo saber si es covid o alergia?
Si sufrimos afecciones durante estos meses primaverales, hay que prestar atención a los siguientes efectos, que son los propios de la alergia, para no temer ser positivos por coronavirus:
SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LA ALERGIA AL POLEN
- Estornudos muy frecuentes
- Picor en ojos, nariz y garganta
- Congestión nasal y mucosidad
- Sensación de lagrimeo
- Ojos enrojecidos y/o conjuntivitis
Recomendaciones para los alérgicos
La alergia puede ser muy molesta e incluso grave si no seguimos una serie de recomendaciones.
Sobre todo en los casos más sensibles, y allá donde se concentren unos altos niveles de polen, conviene hacer caso a estos consejos:
Debemos evitar estar al aire libre o en aquellas zonas de mayor densidad de vegetación, incluidos bosques, parques y jardines, a las horas de mayor volumen de polen, que son por la mañana y al mediodía.
Además, aunque sea una práctica higiénica, hay que prestar atención a la ventilación de nuestra casa y en especial a las habitaciones, allí donde dormimos. Las ventanas, en caso de abrirlas, mejor solo por la noche.
Tampoco es bueno tender la ropa al aire libre si vivimos en una zona con mucho polen, pues quedará adherido a la ropa que hemos expuesto.
Si hay que salir fuera, las gafas de sol son vitales, para proteger nuestros ojos del lagrimeo y las conjuntivitis.
Cuando los síntomas sean molestos, es bueno realizar lavados nasales, que reducen la cantidad de alérgeno que entra en contacto con la mucosa nasal. Y por último, la mascarilla es un gran elemento de protección. Ahora que son de fácil acceso tras la pandemia, no hay excusa para no llevarla si sufrimos los efectos de la alergia.
Sobre todo en los casos más sensibles, y allá donde se concentren unos altos niveles de polen, conviene hacer caso a estos consejos:
Debemos evitar estar al aire libre o en aquellas zonas de mayor densidad de vegetación, incluidos bosques, parques y jardines, a las horas de mayor volumen de polen, que son por la mañana y al mediodía.
Además, aunque sea una práctica higiénica, hay que prestar atención a la ventilación de nuestra casa y en especial a las habitaciones, allí donde dormimos. Las ventanas, en caso de abrirlas, mejor solo por la noche.
Tampoco es bueno tender la ropa al aire libre si vivimos en una zona con mucho polen, pues quedará adherido a la ropa que hemos expuesto.
Si hay que salir fuera, las gafas de sol son vitales, para proteger nuestros ojos del lagrimeo y las conjuntivitis.
Cuando los síntomas sean molestos, es bueno realizar lavados nasales, que reducen la cantidad de alérgeno que entra en contacto con la mucosa nasal. Y por último, la mascarilla es un gran elemento de protección. Ahora que son de fácil acceso tras la pandemia, no hay excusa para no llevarla si sufrimos los efectos de la alergia.
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