La sequía multiplica síntomas y alérgicos, que darán una vida extra a las mascarillas en exteriores

La sequía que sufre España durante las primeras semanas del año, las altas temperaturas y en el caso de las grandes ciudades, la contaminación, están formando una combinación muy molesta para los alérgicos, que afrontan una etapa de alta concentración polínica.

La falta de precipitaciones en el arranque de 2022 no solo preocupa a agricultores y ganaderos. Los alérgicos son otro de los grupos más expuestos. Normalmente, la temporada más habitual era en plena primavera, allá por el mes de mayo, pero ahora las reacciones están comenzando a impactar con fuerza en pleno mes de febrero.

Neumólogos y alergólogos han alertado de este panorama. Marina Blanco, coordinadora del área de asma de la Sociedad Española de Neumología, ha puesto el foco en el cambio climático y en la contaminación, causante del asma y otras reacciones. En declaraciones a EFE, subrayó que «la contaminación es un mal para todos, ya que está implicada en muchas enfermedades cardiacas y respiratorias».

La explosión de la polinización de los árboles, que antaño sucedía en primavera, se ha adelantado por la ausencia de lluvia, lo que irremediablemente prolongará la temporada de alergias.

Inoportuna sequía

La falta de agua provoca que los árboles expulsen el polen de forma más abundante para tratar de sobrevivir sin hidratación. La anómala situación que vive España, por culpa de la sequía, ha conllevado un gran aumento de esta alergia, que no es ni más ni menos que una reacción del sistema inmunitario hacia algo que no supone una molestia para la mayoría del resto de las personas.

La contaminación de las ciudades tampoco ayuda. Estas partículas suspendidas en el aire suelen limpiarse con las precipitaciones, pero la sequía ha impedido este fenómeno, agravando las patologías de los alérgicos.

Vida extra para las mascarillas

Aunque siempre fueron una opción para los alérgicos más graves, mucho antes de la llegada del coronavirus, lo cierto es que las mascarillas son un aliado para este problema.

'Gracias' al virus que causa la covid, se ha roto definitivamente el estigma de llevar la mascarilla en la calle, algo que dejó de ser obligatorio en España el pasado 9 de febrero de 2022 por la sexta ola.

Aunque ahora el cubrebocas solo sigue siendo obligatorio en interiores a causa de la pandemia, los alérgicos estarán menos expuestos al polen y otras sustancias al tapar con ella nariz y boca.