En España ya hay más de 20 sospechosos

En España ya hay más de 20 sospechososCDC

Viruela del mono

La atención primaria pide a los médicos que «estén atentos» ante los síntomas de la viruela del mono

La atención primaria se rearma para hacer frente, de modo vigilante, al brote de viruela del mono.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) ha elaborado una infografía informativa para ayudar a los profesionales de atención primaria en la detección y seguimiento de los casos sospechosos de viruela del mono desde el primer nivel asistencial.

El documento elaborado por el Grupo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC resume los principales datos a tener en cuenta sobre la enfermedad de la viruela símica (MPX), que causa el virus de la viruela de los monos (MPXV), para facilitar el abordaje de los casos que puedan ir apareciendo desde la Atención Primaria.

Sospechar de los síntomas

Así, recuerda a los profesionales que deberán estar atentos y sospechar ante la existencia de exantema (vesicular, papular, pustuliforme) y antecedentes de fiebre elevada y linfadenopatías (ganglios inflamados) prominentes.

La presencia de criterios clínicos (el exantema y uno de los síntomas clásicos de la enfermedad, como fiebre, dolor de cabeza o muscular, ganglios inflamados, entre otros) indica toma de muestra para confirmar la infección, que deberá realizarse con PCR.

También tendrán que aplicar criterios epidemiológicos, pues en supuestos de viaje reciente a África occidental y central o contacto con personas con clínica similar, la probabilidad de enfermedad aumenta.

Prevenir mejor que curar

La guía señala que en este momento, aunque existen diferentes antivirales que han demostrado actividad contra poxvirus in vitro y en animales, no hay tratamientos antivirales específicos disponibles recomendados para tratar la viruela del mono en humanos, sino que se limita a controlar los síntomas y evitar las sobreinfecciones cutáneas bacterianas.

Para prevenir, se recomienda el aislamiento de los casos sospechosos (hasta descartar enfermedad) o de los confirmados, hasta la curación. El aislamiento podrá realizarse en domicilio según la situación clínica del paciente o la presencia de patología de base que lo aconseje (inmunodepresión).

Mientras, a los contactos estrechos se les aconsejará la automedida de temperatura cada 24 horas durante 21 días desde el último contacto con el caso confirmado.

«El uso de EPI de forma adecuada por parte del personal sanitario es de vital importancia, así como de los cuidadores principales», concluye la infografía, que incluye un código QR con el protocolo de actuación elaborado por la ponencia de alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para resolver más dudas.

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