El cloro de las piscinas afectan al pelo y la pielGTRES

Así afecta el cloro de las piscinas al pelo y la piel

Los trucos de los dermatólogos para proteger cabello y piel

El cloro que se utiliza en las piscinas puede resecar la piel, el cabello y las uñas e irritar la mucosa ocular. El Servicio de Dermatología del Hospital de Manises explica que el agua presenta un nivel de pH superior al de la epidermis, que es la capa más superficial de la piel; si a esto le sumamos la exposición al cloro que contiene el agua de las piscinas, las cremas solares y los perfumes o desodorantes, pueden hacer que la piel se reseque y se irrite.

Según explica la Dra. Mª Luisa García-Melgares Linares, del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises: «la exposición prolongada al cloro en el agua de las piscinas puede alterar la flora bacteriana normal de nuestra piel y facilitar la aparición de problemas de dermatitis y de acné».

Además, en aquellas personas que llevan tinte o mechas es frecuente que, tras baños en la piscina, el color claro del cabello se vuelva verdoso. Sin embargo, esto no se debe al cloro sino al sulfato de cobre, una sustancia que se añade al agua para eliminar los hongos.

CONSEJOS DE LOS DERMATÓLOGOS

  • Aplicar, antes del baño, una crema barrera para que forme una película impermeable y protectora sobre la piel.
  • Si la sequedad no es intensa, basta con una buena ducha tanto al entrar en la piscina como, sobre todo, al salir del baño, e hidratar la piel con una buena crema hidratante al terminar «el día en la piscina».
  • Usar gafas de buceo o no abrir los ojos bajo el agua si no las llevamos puestas.
  • Usar gafas de sol fuera del agua para que la exposición al sol no provoque irritación ocular.
  • Quitarse las lentillas antes de sumergirse en la piscina.
  • En el caso de los cabellos claros, especialmente los teñidos, para evitar el cambio de color, puede mantenerse la cabellera fuera del agua o aplicarse previamente al baño un aceite capilar o mascarilla para que forme una película impermeable.
  • Lavarse el pelo con un buen champú al terminar el baño, para evitar el contacto prolongado con el pelo de las partículas contenidas en el agua responsables del cambio de su coloración.