¿Por qué unas personas son propensas a engordar y otras no?
Una investigación revela un enfoque metodológico para estudiar por qué algunas personas son propensas a aumentar de peso
No es algo nuevo, todos tenemos a nuestro alrededor personas que comen chocolate o ricos bocadillos de tortilla sin miedo a engordar, mientras que otros aseguran que hasta el aire les hace ganar peso.
Aunque la ciencia ya ha estudiado que las personas que tienen un mayor riesgo genético de obesidad generalmente tienen un índice de masa corporal (IMC) más alto, ahora en un nuevo estudio, publicado en la revista de The Obesity Society (TOS), los investigadores han revelado otro enfoque metodológico para descubrir por qué algunas personas son más susceptibles al aumento de peso que otras por razones no relacionadas con su propensión genética a la obesidad.
Bram J. Berntzen, profesor del Instituto de Medicina Molecular de Finlandia y primer autor, explica que «este novedoso enfoque abre puertas para descubrir los factores protectores y perjudiciales que preceden al aumento de peso, ofreciendo información valiosa sobre cómo las personas pueden mantener un peso saludable».
En investigaciones anteriores, los científicos han estudiado pares de gemelos adultos monocigóticos y dicigóticos con grandes diferencias en el IMC dentro de cada par de gemelos. Sin embargo, estos estudios fueron transversales y no consideraron la predisposición genética a la obesidad. Estudios anteriores sobre parejas de gemelos con grandes diferencias de IMC entre pares tampoco han establecido si el gemelo con un IMC más alto o más bajo es el que se desvía más de la predisposición genética. En la investigación actual, los autores del estudio investigaron las trayectorias del IMC a lo largo de 36 años en gemelos cuyo IMC en la edad adulta joven estaba por debajo, dentro o por encima de su IMC predicho genéticamente. La predicción inferior significa resiliencia contra el aumento de peso, mientras que la predicción superior indica susceptibilidad al aumento de peso antes de la inclusión en el estudio.
Estudio con gemelos
Los investigadores seleccionaron las parejas de gemelos de la cohorte de gemelos finlandeses mayores, un grupo formado por gemelos nacidos antes de 1958 y vivos en 1974 en Finlandia. Las encuestas realizadas en 1975 y 1981 se dirigieron a todos los gemelos de la cohorte, mientras que una encuesta de 1990 se limitó a los gemelos nacidos entre 1930 y 1957.
Los datos sobre el genotipo se recopilaron principalmente desde finales de los años 1990 en adelante. Según los gemelos que participaron en 1975, 3.227 parejas completas de gemelos (34 % monocigóticos) de alrededor de 30 años tenían datos de genotipo. La recopilación de datos de 2011 se centró en gemelos nacidos entre 1945 y 1957, y 943 de ellos (44 % monocigóticos) tenían datos de genotipo.
Información de genotipado
La cigosidad o las características de los gemelos se confirmaron mediante información de genotipado derivada de muestras de sangre. Las características personales fueron autoinformadas a través de un cuestionario. El IMC también fue autoinformado mediante mediciones de peso y altura. El IMC se clasificó en bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad. La puntuación de riesgo poligénico para el IMC se basó en 996.919 polimorfismos de un solo nucleótido comunes.
En pares de gemelos monocigóticos y dicigóticos con grandes diferencias de IMC entre pares, dos tercios de los gemelos con un IMC más alto observado en 1975 se desviaron por encima del IMC previsto en comparación con un tercio de los gemelos con un IMC más bajo que se desviaron por debajo de la predicción. Cada individuo desviado tenía un hermano gemelo que seguía su predisposición genética a la obesidad. Las personas por debajo, dentro y por encima de la predicción en 1975 alcanzaron, respectivamente, peso normal, sobrepeso y obesidad en 2011, con un aumento medio del IMC de 4,5.
El IMC de los gemelos cuando eran adultos jóvenes desempeñaba un papel importante a la hora de alcanzar un peso corporal saludable después de 36 años
Además, Berntzen señaló que el IMC de los gemelos cuando eran adultos jóvenes desempeñaba un papel importante a la hora de alcanzar un peso corporal saludable después de 36 años, ya que, en general, todos ganaban peso con el envejecimiento. Berntzen añadió que «por esta razón, es vital estudiar las razones del aumento de peso ya durante la infancia, antes de que se conviertan en adultos jóvenes». Los estudios futuros pueden examinar las características de los niños a lo largo del tiempo, calculando su IMC genéticamente informado a medida que llegan a la edad adulta para comprender los factores que afectan sus trayectorias de aumento de peso, dijo.