¿Por qué me lleno de gases tras las comidas? ¿Puedo evitar las flatulencias?
Retener el gas puede causar hinchazón, molestias y dolor
Después de comer es frecuente sufrir esos molestos gases que se acumulan en el intestino y causan espasmos intestinales y distensión abdominal. Esa flatulencia procede del gas que se ingiere al tragar y del que producen las bacterias de la flora intestinal. En un artículo publicado en Elsevier, la farmacéutica Ángela Bosch explica que «toda la población presenta flatulencia, que en algunas personas adquiere dimensiones que permiten considerarla una enfermedad que debe tratarse con una dieta adecuada, hábitos de vida saludables y el empleo de medicamentos como la simeticona. La experta afirma que el exceso de gas suele ser consecuencia de:
- Comer deprisa.
- Tragar demasiado aire mientras se come.
- Una indigestión.
- Cambio brusco en la alimentación en cuanto al contenido de fibra.
- Exceso en el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono como arroz, pastas alimenticias, patata, pan, cereales o galletas.
- Empleo de antibióticos que desequilibran la flora intestinal.
- Ingesta de alimentos flatulentos.
- Otras veces es un síntoma de ciertas alteraciones o enfermedades: el estreñimiento ocasional o crónico, la intolerancia a la lactosa, la gastritis, la úlcera gástrica y la enfermedad de Crohn.
No todas las flatulencias son iguales
Retener el gas puede causar hinchazón, molestias y dolor. «Los gases acumulados pueden ser de origen gástrico o intestinal. En el primer caso se eliminan por vía bucal, mientras que en el segundo lo hacen por vía anal. Hasta que son eliminados, su acumulación dilata las paredes gástricas e intestinales. La distensión abdominal puede alcanzar un tamaño considerable, y es una de las molestias más frecuentes entre quienes presentan flatulencia», afirma Ángela Bosch.
La ansiedad y el estrés pueden producir una acumulación de gases, puesto que aumentan el aire deglutido y aceleran los ritmos intestinales. Como prevención, la experta aconseja ejercicios de relajación y comer de forma pausada.
Qué comer y qué evitar
La alimentación juega un papel fundamental por lo que la flatulencia se puede prevenir con una alimentación adecuada que evite:
- Evitar las comidas copiosas, muy condimentadas o fuertes
- Reducción de la toma de bebidas gaseosas
- Mejorar la digestibilidad de los alimentos que se consideran flatulentos (ciertas verduras y todas las legumbres).
- Evitar los alimentos o platos muy grasos: alimentos fritos y rebozados con exceso de aceite, guisos y estofados, salsas con exceso de nata, mantequilla, manteca, tocino, quesos fuertes, pastelería y bollería de hojaldre, de masa quebrada, con mantequilla, cremas de nata, moka y chocolate.
- Se recomienda comer de forma ordenada (primero, segundo y postre), en ambientes tranquilos y relajados y sin interferencias (televisión, radio, prensa), respetando los horarios de un día para otro y sin saltarse ninguna comida.
- Hay que masticar bien los alimentos, comer y beber despacio los líquidos.
- Sustituir el café y el té por infusiones de menta, anís, salvia o hinojo, o añadir unos granos de anís verde, hinojo o comino a una infusión de manzanilla, ya que ayudan a la digestión, y de hierbabuena, que relaja los músculos del colon.
Cocido mejor que frito
Para evitar la acumulación de gases la experta asegura que lo mejor es optar por técnicas culinarias que aporten menos grasas a los alimentos como el cocido, al vapor, rehogado, plancha, horno y papillote.
Hay que utilizar moderadamente los fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados.
Las legumbres deben dejarse en remojo prolongado durante más de 8 h y romper el hervor a mitad de cocción. Si incluso así producen flatulencia, se aconseja pasarlas por el colador chino o el pasapurés.