El Ozempic es posiblemente el fármaco que se ha vuelto más popular para perder peso, aunque esa no es su funciónFlickr

Qué pasa si se deja de tomar Ozempic, el medicamento 'milagro' para adelgazar

Apenas unos días después de interrumpir el tratamiento los pacientes empiezan a notas los síntomas

La historia de Teri Parris Ford, una profesora de arte de 57 años, ha dado la vuelta al mundo como ejemplo de lo que los nuevos fármacos para adelgazar pueden causar en el organismo. Por prescripción médica, Ford tomó Ozempic durante dos años para tratar su prediabetes. El medicamento mostró su eficacia reduciendo su nivel de A1C, que mide el promedio de azúcar en sangre, perdiendo nueve kilos en seis meses. La profesora afirma que apenas tenía hambre, un efecto secundario habitual del fármaco, que se autorizó por primera vez para tratar la diabetes y ahora se utiliza para bajar de peso. Sin embargo el fármaco le provocaba nauseas y, tras consultar con su médico, decidieron suspender el tratamiento. ¿Qué pasó entonces?

En solo dos meses recuperó todo el peso que había perdido porque su apetito aumentó más si cabe. «Era insaciable», afirmó Ford. «Pensaba: ‘Dios mío, ¿qué está pasando? Tengo hambre todo el tiempo’. Me sorprendió lo rápido que sucedió», relata en The New York Times.

La semaglutida, el ingrediente activo de Ozempic y de Wegovy, otro de los medicamentos de moda con similar composición, ha sido aclamada como un fármaco milagroso para perder peso. Los expertos explican que la semaglutida imita una hormona llamada péptido-1 similar al glucagón que se produce en el intestino y que le envía a nuestro organismo una señal de saciedad. El fármaco manda señales al cerebro para que las personas dejen de sentir apetito llegando incluso a no tener necesidad de comer.

Janice Jin Hwang, jefa del departamento de endocrinología y metabolismo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, asegura que tan solo una semana después de suspender el tratamiento los pacientes notan los efectos secundarios.

Robert Gabbay, director científico y funcionario médico de la Asociación Americana de la Diabetes, explica en el citado medio que cuando se deja de ingerir semaglutida, la cantidad de glucosa en sangre puede aumentar. Los pacientes con diabetes pueden presentar visión borrosa, fatiga y sed y micción excesivas, síntomas que quizá los hayan llevado a ser diagnosticados de diabetes en un principio. También pueden ser más susceptibles a la candidiasis o infecciones por otros hongos, que están relacionadas con el aumento del azúcar en sangre.

Un estudio reciente, financiado por Novo Nordisk, empresa que fabrica Ozempic y Wegovy, analizó las consecuencias de pacientes que dejaron de tomar semaglutida una vez a la semana durante 68 semanas. La conclusión de los investigadores fue que al cabo de un año, los participantes recuperaron dos tercios del peso perdido.

The International Association for Physicians in Aesthetic Medicine (IAPAM) explica que la interrupción abrupta del medicamento puede provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede ser peligroso para las personas con diabetes. Además, la interrupción repentina de Ozempic podría provocar síntomas de abstinencia.

Síntomas de abstinencia de Ozempic

Fluctuaciones de azúcar en sangre:

Ozempic ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre al promover la liberación de insulina y reducir la producción de glucosa en el hígado. Al suspender repentinamente el medicamento, los niveles de azúcar en sangre pueden volverse menos estables, lo que provoca posibles picos o caídas en los niveles de glucosa.

Náuseas y mareos:

Algunas personas pueden experimentar náuseas y mareos mientras el cuerpo se adapta a la ausencia de Ozempic. Estos síntomas suelen ser temporales y pueden desaparecer con el tiempo.

Dolores de cabeza:

Los dolores de cabeza pueden ocurrir como un síntoma de abstinencia debido a cambios en los niveles hormonales y ajustes en la respuesta del cuerpo a la insulina y la glucosa.

Aumento del apetito:

Ozempic puede ayudar a suprimir el apetito y suspender el medicamento podría provocar un aumento del apetito, lo que podría afectar la ingesta de alimentos.

Fatiga:

Algunas personas pueden experimentar fatiga o bajos niveles de energía durante el período de transición después de suspender Ozempic.

Aumento del apetito:

La semaglutida regula el azúcar en sangre y la insulina. También reduce el apetito y hace que el estómago se vacíe con más lentitud, por lo que la persona se siente satisfecha más rápido. Tras dejar el medicamento los pacientes comienzan a sentir más hambre, a tener más antojos y subir de peso.