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La esofagitis eosinofílica es una enfermedad que provoca una inflamación crónica del esófagoGTRES

Qué es la esofagitis eosinofílica, la enfermedad que impide tragar

Esta enfermedad está producida principalmente por una alergia alimentaria

La esofagitis eosinofílica (EoE) es una enfermedad crónica producida principalmente por una alergia alimentaria, que afecta al esófago y que provoca disfagia, impidiendo tragar y comer con normalidad. Tiene una prevalencia reconocida de 34 casos cada 100.000 habitantes. Sin embargo, los expertos alertan de un incremento que podría situarse en los 100 casos por cada 100.000 personas en los últimos diez años, lo que les lleva a calificarla como «enfermedad emergente».

«Es emergente y en continuo crecimiento. Todavía no se sabe bien cuáles son sus causas, pero la evidencia es que está aumentando tanto en niños y adultos ya es la primera causa de enfermedad crónica del esófago en jóvenes y la primera en impactación esofágica en todas las edades», explica el doctor Alfredo Lucendo, presidente de la European Consortium for Eosinophilic Diseases ot the Gastrointestinal Tract (EUREOS) y jefe de Sección de Aparato Digestivo del Hospital de Tomelloso (Ciudad Real).

La EoE es una enfermedad crónica mediada por el sistema inmune, que provoca una inflamación del esófago tras su exposición a diferentes componentes, principalmente de la dieta. Descrita desde hace tres décadas como una enfermedad rara, hoy en día la EoE representa la principal causa de disfagia e impactación de alimentos en niños y en adultos jóvenes en nuestro medio, informa Ep.

Sus síntomas son complejos y varían ampliamente con la edad de los pacientes, de manera que en los niños más pequeños causa principalmente náuseas y vómitos, dolor torácico o abdominal, alimentación lenta, aversión a la comida y, en ocasiones, pérdida de peso. En contraste, la disfagia, la impactación de alimentos en esófago (atragantamientos) y la acidez esofágica son síntomas significativamente más comunes entre los adultos.

En España, la media de retraso en el diagnóstico en niños es de 2,5 años, pero en adultos aumenta hasta una media de 7 años. Los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, junto con el resto de los profesionales sanitarios, especialmente el personal médico y de enfermería de Urgencias juegan un papel importante en su detección, pero su formación y actualización en el conocimiento de la patología no es siempre la adecuada.

Los tratamientos dietéticos y la adecuada nutrición constituyen un pilar fundamental en tratamiento de estos pacientes. Otro aspecto fundamental en el seguimiento de la enfermedad es el estado emocional del paciente, debido a la afectación de su calidad de vida. No poder comer provoca ansiedad y, en muchos casos, depresión y fagofobia. Un aspecto de la enfermedad en muchas ocasiones olvidado, la asistencia en el aspecto emocional y psicológico de quien la padece no siempre es atendido como se debería.

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