Cómo diferenciar la tosferina de un resfriado común
En las últimas semanas, las cifras de contagios han aumentado en toda España
En las últimas semanas, las cifras de contagios por tos ferina han aumentado en toda España. El último informe del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III señala un total de 482 casos registrados en España.
El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, Andrés Osuna Vera, ha explicado que la tos ferina puede afectar a cualquier grupo de edad, aunque incide en que los casos más graves suelen ocurrir en recién nacidos y lactantes pequeños. «La transmisión es a partir del contacto con secreciones respiratorias –tos o estornudos, sobre todo en fase catarral– de una persona infectada», ha añadido.
Además, el médico previene de que hasta el 90 % de los convivientes familiares pueden contraer tos ferina. Se trata de una infección endémica en España, pero con picos epidémicos cíclicos, sobre todo en los meses de invierno y primavera.
Una enfermedad en tres fases
El doctor Osuna Vera ha explicado que la enfermedad clásicamente tiene tres fases:
- En primer lugar, según el especialista, estaría la fase inicial o catarral, que es similar a un resfriado común, es la de máxima contagiosidad. El periodo de incubación dura entre 1-2 semanas.
- Entre la segunda y la sexta semana, se produciría la fase paroxística con tos muy intensa, esto es, una tos de unos cinco a diez golpes durante los cuales no respira el niño, terminando en el clásico estridor inspiratorio o 'canto de gallo'. Dura dos semanas con síntomas catarrales inespecíficos: rinitis, estornudos, febrícula (si la hay), lagrimeo, tos leve, seca e irritativa, que se va haciendo cada vez más intensa.
- Por último, estaría la fase de convalecencia, donde los síntomas van disminuyendo progresivamente. «La duración global de la enfermedad es de hasta tres meses», ha apuntado.
La importancia de la vacunación
«Una característica de la tos ferina es que padecer la enfermedad natural no confiere una inmunidad permanente», ha subrayado Osuna, quien ha afirmado que el método «más efectivo» para prevenir la tos ferina es la vacunación. «La tos ferina suele tener un curso más molesto que grave, la protección que confiere la cobertura vacunal hace poco probable los casos severos. Las complicaciones que pudieran presentarse son hemorragia subconjuntival y sobre infección por otras bacterias, como neumonías u otitis media en recién nacidos y lactantes no vacunados, pudiéndose producir complicaciones más graves como apneas», ha recalcado.
Entre 5 y 20 días
Para terminar, el pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha incidido en la importancia del inicio del tratamiento en las dos primeras semanas de la enfermedad para tener un impacto positivo en su duración, severidad y contagiosidad. «En quienes han sido tratados adecuadamente con antibióticos, el tiempo de aislamiento es de cinco días y de hasta 20 días para los pacientes no tratados», ha concluido.