Los tres pescados que los médicos recomiendan que no comas
Cumplen con todos los controles de consumo pero son pescados más económicos, menos sostenibles ambientalmente y de peor calidad nutricional
Aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, carne de ave y pescado, alimentos clásicos de la dieta mediterránea, la preferida por médicos y nutricionistas por los beneficios comprobados para la salud. Estos alimentos aportan nutrientes imprescindibles como yodo, selenio, calcio, vitaminas A y D así como ácidos grasos poliinsaturados omega-3 que ayudan a combatir la inflamación y reducir la coagulación de la sangre y el riesgo de accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas.
Las OMS recomienda consumir, al menos, cinco raciones de frutas y verduras diarias. Es decir, 400 gramos por día y por persona de estos grupos de alimentos. Respecto al pescado, los expertos aconsejan comer al menos tres o cuatro raciones de entre 125 y 150 gramos cada una a la semana. La cantidad, sin embargo, varía según la edad y la persona. En el caso de niños y embarazadas, por ejemplo, el ratio de consumo debe ser de entre una y dos veces cada siete días, aunque en el caso del atún y del bonito se ha de limitar a solo a una. Sin embargo, hay pescados desaconsejados por los médicos, por ejemplo por su alto índice de mercurio, como el pez espada/emperador, atún rojo, tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y lucio.
Otros pescados que los médicos desaconsejan son la panga, la perca o la tilapia.
Panga
La panga es uno de los pescados más baratos del mercado y nutricionalmente está considerado de «baja calidad». Este pez crece mayoritariamente en el río Mekong, uno de los más contaminados del mundo. Por esto y por su alto contenido de mercurio, los expertos han recomendado no comprar este producto. Como sustitución, recomiendan otras alternativas similares, con beneficios nutricionales, ya que este pescado carece de ellos, y más sostenibles.
Perca
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomendó en el año 2010 no consumir perca procedente del lago Victoria en África porque, al igual que pasó con la panga, encontraron restos de pesticidas y trazas de mercurio en los filetes.
Entre las muestras que analizaron, informó la OCU, detectaron mercurio en nueve de las 29 muestras de panga y perca analizadas. Las cantidades de este metal no superan el límite legal de 0,5 miligramos por kilogramos, pero en algunos casos, sí alcanzaron la mitad de esa cifra.
Como estos pescados –tanto panga o perca– siguen vendiéndose, la pregunta sería ¿es peligroso para la salud? La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), afirma que no se identifican problemas de seguridad alimentaria para los consumidores, incluidos grupos vulnerables de la población como los niños, aunque pone límites a la ingesta: en mujeres embarazadas y niños no se puede comer más que una vez a la semana. El resto de la población no puede comer más de dos veces a la semana.
Tilapia
La tilapia, un pescado de carne blanca es otro de los que crean controversia. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomendó en el año 2010 evitar su ingesta, especialmente los niños menores de tres años y las mujeres embarazadas.
Para Judith Torrell, diplomada en Nutrición Humana y Dietética de Mapfre Salud, su origen, lejos de las costas españolas, hace que sea un pescado más económico, menos sostenible ambientalmente y de peor calidad nutricional ya que se cría en piscifactorías o estanques interiores que «propician un crecimiento muy rápido de esta especie pero, a su vez, una mayor contaminación por residuos» y añade: «Por ello, los grandes criaderos utilizan antibióticos y pesticidas para evitar la contaminación de las aguas y basan su alimentación en soja en vez de algas silvestres, hecho que compromete mucho su calidad y composición nutricional», afirma la experta.
En la dieta pero con cautela
De la misma forma, el 'Decálogo para un verano menos tóxico', elaborado por la plataforma ambiental Hogar sin tóxicos, recomienda cautela, sobre todo en casos de embarazo, lactancia e infancia hasta los diez años, con el consumo de algunas especies de pescado como el emperador, el tiburón, el atún rojo y el lucio porque «pueden acumular niveles elevados de contaminantes persistentes como mercurio y PCBs (policlorobifenilos)» pese a ser también ricos en ácidos grasos Omega 3 y otras sustancias beneficiosas: por ello sugiere consumir mejor especies más pequeñas como la sardina, la dorada o el boquerón.