Por qué deberíamos limitar los lácteos, según una bióloga molecular
Carla Méndez Losi en Despídete del dolor explica las claves para eliminar la inflamación crónica
La alimentación juega un papel fundamental en el correcto desarrollo de la persona y llevar una dieta saludable donde frutas y verduras, pescado o frutos secos como nueces tengan un lugar destacado ayuda a protegernos de enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer o las enfermedades inflamatorias.
La bióloga molecular, Carla Méndez Losi, explica en una entrevista a EFE que, las migrañas, los brotes de artritis o las reglas dolorosas en mujeres son patologías con un componente inflamatorio, que generan un dolor crónico que podría reducirse comiendo más vegetales y menos alimentos procesados.
La autora del libro Despídete del dolor (Zenith), asegura que «estamos más faltos de nutrientes que de medicamentos». Sin embargo, se puede tratar el dolor más allá de los fármacos, analizando también la toxicidad del cuerpo y las emociones.
Basado en su experiencia personal de superar el dolor crónico tras padecer un cáncer de mama, la también especialista en epigenética y microbiota reconoce la importancia de los fármacos para salir de las crisis, pero insiste en que la pastilla no quita ni el mal dormir ni el estrés.
Combatir el dolor crónico
Para combatir el dolor crónico aconseja eliminar los alimentos inflamatorios tanto del mundo vegetal –azúcares procesados y siropes de fructosa, harinas, gluten o aceites procesados, incluido el de oliva virgen, que recomienda consumir solo en frío–, como del mundo animal.
«Los que más inflamación generan son las carnes procesadas, las carnes rojas y los lácteos», asegura Méndez, al explicar que el 70 % de la población es intolerante a la lactosa, «aunque no lo queramos admitir porque nos encanta el queso o el yogur». «La leche es un alimento maravilloso para los infantes», que se ha utilizado como alimento de supervivencia cuando había escasez.
Pero ante fibromialgias, hipotiroidismo, migrañas, dolores de regla o enfermedades inmunes no es conveniente «una alimentación de prosperidad y por eso los lácteos deben eliminarse».
«La ciencia dice que mientras más plantas comas, más salud vas a tener. Y dentro de esas plantas hay alimentos maravillosos que además de aportar antioxidantes, ayudan a desintoxicar», enfatiza la experta. Entre ellas, enfatiza las cruciferas –brócoli, coliflor o coles de Bruselas–, «que queremos tener todos los días en nuestra dieta».
La divulgadora en redes –con más de 240.000 seguidores– también cita como imprescindibles los ajos, cebollas o puerros que, además son antiparasitarios y antivirales; sin olvidar los champiñones «para controlar a nivel de crecimiento antitumoral o las setas medicinales».
Respecto a las semillas, destaca las de lino, especialmente para mujeres, «porque ayudan a metabolizar las hormonas», además de ensalzar la riqueza en ácidos grasos Omega 3 de los frutos secos o el poder de las «frutas de todos los colores» o de los tubérculos, los boniatos, las patatas. Además, cita las legumbres, alimentos que califica como «neutros y que aportan macronutrientes con más proteína».
Implantes, factores de inflamación
Explica Méndez que todos cuerpo extraño va a ser combatido por el sistema inmune, como sucede con trasplantes de órganos, implantes dentales, dispositivos intrauterinos o implantes mamarios, y detalla que el rechazo va a ser más destacado con un estado emocional más estresado, una alimentación más deficiente o una toxicidad más alta en el cuerpo.
En este sentido, cita diversos estudios que confirman que una infección en los dientes drena todo el sistema linfático y puede aumentar la probabilidad de tener quistes en los ovarios o en los senos; o que bacterias de la boca acaben haciendo infecciones en el corazón o en el sistema cardiovascular.
Bacterias de la boca
Además, recuerda que el cuerpo está lleno de bacterias que conforman la microbiota, que está en la piel, en la lengua, en la nariz, en los oídos o en el ombligo, además de los intestinos. «Somos 10 % humanos y 99 % bacterias», señala.
Y recomienda «raspar la lengua y lavar la boca» antes de ingerir el desayuno porque las bacterias de la boca «hacen pis, caca y sus metabolismos y cuando despertamos sigue estando en la lengua».
«Si tienes un estómago con poco ácido estomacal no puede destruir esas bacterias que han crecido muchísimo por la noche, que te tragas con el desayuno y que colonizan sitios donde no deberían estar, como el intestino, generando gases, hinchazones o reflujo gástrico».
Cocinar a menos de 100 grados
Otros consejos de la nutricionista para combatir la inflamación es cocinar a menos de 100 grados para evitar que se fusionen las proteínas con los carbohidratos –«algo que no entiende nuestro cuerpo»– o que se destruyan muchas enzimas.
Y expresa su deseo de que las administraciones den prioridad a los alimentos saludables en los sitios donde más se necesita tener salud: en escuelas y hospitales.
«Pasé varios meses en el hospital con las quimioterapias y jamás me ofrecieron fruta, pero sí productos procesados, pan blanco, gaseosas o cosas con azúcares que ya sabemos que son inflamatorios y que promueven un estado procancerigeno en el cuerpo», lamenta.