¿Cuánto debe durar el cepillado de dientes?
El 14 % de la población adulta en España no se cepilla los dientes dos veces al día
En España, 4 de cada 10 menores no se cepillan los dientes con la frecuencia recomendada, esto es al menos, 2 veces al día, y el 60 % no dedica el tiempo adecuado al cepillado, tal y como revela el Libro Blanco Una mirada a la salud infantil en España. Asimismo, según la encuesta poblacional de la salud bucodental, el 14 % de la población adulta en nuestro país, es decir, 5,5 millones de personas, tampoco se cepilla los dientes con la frecuencia mínima recomendada y, a medida que avanza la edad del individuo, sus hábitos de higiene empeoran.
Ante estos datos, la presidenta del Colegio de Dentistas de Melilla y patrona de la Fundación Dental Española (FDE), la Dra. Carolina Escudero, explica los elementos y claves indispensables para una buena higiene bucodental:
Cepillo eléctrico
El cepillo eléctrico es una herramienta avanzada que puede facilitar una limpieza más profunda. Está científicamente demostrado que el cepillo eléctrico, especialmente los de tecnología oscilante-rotatoria, eliminan más placa bacteriana que el cepillo manual, por lo que reduce entre un 20 % y un 60 % el riesgo de padecer gingivitis. Además, acorta de manera importante la transición desde una encía con gingivitis a una encía sana. Hay que colocar el cabezal del cepillo en un ángulo de 45 grados hacia las encías y no es necesario aplicar presión, simplemente guiar el cepillo por todas las superficies de los dientes, cambiando de cuadrante de la boca cada 30 segundos. Es una herramienta muy útil para personas con movilidad limitada o con poca destreza manual. El cabezal debe cambiarse cada 3 meses de uso, siendo el cambio de estación el momento más indicado y fácil de recordar.
Cepillo manual
El cepillo manual se recomienda que sea de cerdas suaves y de cabezal pequeño o mediano y debe usarse, al menos, dos veces al día, aunque idealmente sería después de cada comida. Para un uso correcto del cepillo, este tiene que colocarse en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías y realizar movimientos suaves de arriba abajo o en círculos pequeños. Se han de cepillar todas las superficies de los dientes: externas, internas y las de masticación. Para ello, lo ideal es dividir la boca en cuatro cuadrantes y dedicar 30 segundos a cada uno de ellos, sin olvidar la lengua. El cepillado debe durar, como mínimo, 2 minutos. Es aconsejable cambiar el cepillo cada 3 meses, así como después de una infección bucal o de garganta.
Pasta fluorada
La pasta fluorada es imprescindible. El flúor ayuda a remineralizar el esmalte y combatir la placa, de modo que las bacterias no puedan crear caries. El dentífrico debe tener una cantidad de flúor de, al menos, 1.450 partes por millón (ppm) a partir de los 7 años y de 1.000 partes por millón hasta esa edad. En determinados casos específicos, el dentista podrá prescribir concentraciones mayores de flúor, incluso hasta 5.000 ppm.
Cepillo interdental
El cepillo interdental es esencial para limpiar los espacios entre los dientes, donde un cepillo normal no puede llegar. Es más eficaz que la seda dental. Es recomendable usarlo una vez al día, preferiblemente, antes del cepillado nocturno, y es especialmente útil para personas con coronas, puentes o implantes, ya que ayuda a prevenir la acumulación de placa.
Seda dental
Seda dental es crucial para eliminar la placa y los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Para usarla adecuadamente, se corta un trozo de aproximadamente 45 cm, se enrollan los extremos en los dedos medios de ambas manos, y los pulgares e índices guían la seda entre los dientes, con cuidado de no lastimar las encías. También debe usarse una vez al día, antes de cepillarse los dientes por la noche. Es muy recomendable cuando exista una estrechez entre los dientes que no permita usar el cepillo interdental.
Colutorios
Los colutorios complementan la limpieza dental, refrescan y controlan el aliento, ofreciendo beneficios adicionales según su formulación (flúor, antibacteriano). Son una herramienta de prescripción muy útil para el dentista en casos en los que es necesario tratar alguna patología específica.
Irrigadores bucales
Irrigadores bucales utilizan un chorro de agua a presión para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Es ideal para personas con ortodoncia, implantes o puentes, ya que facilita la limpieza en áreas complicadas.
Limpiador o raspador lingual
El limpiador o raspador lingual es una herramienta diseñada para eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos de la superficie de la lengua. Con una presión suave, se arrastra el limpiador hacia la punta de la lengua. Es aconsejable utilizarlo una vez al día, preferiblemente, después del último cepillado nocturno.