Los beneficios del sorgo, el cereal sin gluten que reduce la inflamación
Los cereales forman una parte fundamental de la dieta de muchas personas. Maíz, trigo, arroz, cebada o avena, son algunos de los más utilizados en las cocinas españolas, sin embargo, en los últimos años se están incorporando cereales con importantes beneficios para la salud como la quinoa o el sorgo. Este último, conocido por los ganaderos para la alimentación animal, aporta una importante cantidad de ácidos grasos esenciales y ofrece una solución a las carencias nutricionales, según explica una investigación de la Universidad de Hokkaido y la Universidad de Sídney.
En un estudio reciente, publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, los investigadores han revelado los notables beneficios para la salud del sorgo y sugieren que incorporarlo a las dietas podría promover la salud cardiovascular, reducir la inflamación y mejorar la salud metabólica.
El profesor asociado Siddabasave Gowda de la Universidad de Hokkaido y quien dirigió la investigación explica en el artículo que «gracias a sus propiedades libres de gluten y a su rico aporte de ácidos grasos esenciales, el sorgo ofrece una solución a las carencias nutricionales, en particular para las personas con sensibilidad al gluten o que buscan intervenciones dietéticas naturales para enfermedades crónicas y enfermedades metabólicas asociadas al estilo de vida» y añade: «El estudio subraya la creciente demanda de alimentos funcionales que combatan enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la diabetes y las enfermedades cardíacas, al tiempo que promueven el bienestar general».
El equipo identificó lípidos únicos que se sabía que tenían propiedades antidiabéticas y antiinflamatorias, llamados ésteres de ácidos grasos de ácidos grasos hidroxilados (FAHFA, por sus siglas en inglés) y caracterizó los diversos perfiles lipídicos entre seis cultivares de sorgo.
«El sorgo es un cereal versátil y con importantes beneficios para la salud», afirma el profesor Shu-Ping Hui, segundo autor del trabajo, quien añade: «Esta investigación no solo responde a la demanda de alternativas alimentarias sostenibles, sino que también fomenta el desarrollo de alimentos funcionales», concluye.