
La hinchazón en los pies también puede estar relacionada con otras patologías
El problema de salud que esconde la hinchazón de tobillos y pies
Si los pies presentan edema de forma habitual, puede ser una señal de que los riñones no están eliminando correctamente el exceso de líquido
Uno de cada siete adultos padece enfermedad renal crónica (ERC) en España, lo que equivale al 15 % de la población y el 90 % de los pacientes desconocen que la padecen. Esta patología empeora progresivamente el funcionamiento de los riñones hasta impedirles filtrar la sangre correctamente y eliminar los desechos y exceso de agua del cuerpo, pudiendo desembocar en complicaciones graves para el paciente.
El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha advertido, que la hinchazón en pies y tobillos puede ser un síntoma de afecciones renales.
Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, ha subrayado la importancia de prestar atención a esta señal, ya que muchas personas la consideran inofensiva. «Hay quienes no le dan importancia a la inflamación en los pies, pero si se repite con frecuencia, es fundamental acudir a un especialista, pues podría ser indicativa de un problema de salud significativo», ha afirmado.
Escoto ha explicado que «si los pies presentan edema de forma habitual, puede ser una señal de que los riñones no están eliminando correctamente el exceso de líquido del organismo, lo que provoca la hinchazón».Desde el ICOPCV han señalado que, además del edema, existen otros síntomas en los pies que pueden estar asociados a una disfunción renal, como los calambres musculares en las piernas. Estos pueden deberse a desequilibrios en los niveles de líquidos y electrolitos, daño en los nervios por acumulación de toxinas o problemas de circulación sanguínea, informa Ep.
Asimismo, los pacientes sometidos a hemodiálisis suelen presentar alteraciones similares a las que afectan a las personas con diabetes, como neuropatías, reducción o ausencia de pulsos, problemas en el índice tobillo-brazo (ITB), puntos de hiperpresión, sequedad en la piel y daño en los nervios y vasos sanguíneos. Estas condiciones aumentan el riesgo de desarrollar complicaciones graves, como úlceras o heridas que, en los casos más severos, podrían derivar en una amputación.
El ICOPCV ha enfatizado la necesidad de que los pacientes renales reciban un seguimiento periódico por parte de un podólogo para evaluar su salud vascular, sensitiva y biomecánica. «Es fundamental que quienes están en tratamiento de hemodiálisis se sometan a controles regulares para prevenir la aparición de ulceraciones», ha destacado Escoto.
En estas revisiones, además de la exploración clínica, se llevan a cabo cuidados esenciales, como un corte adecuado de las uñas para evitar que se encarnen, algo frecuente debido a la hinchazón en las extremidades. También se eliminan las hiperqueratosis en las zonas de mayor presión y, si es necesario, se diseñan plantillas o dispositivos ortésicos personalizados para aliviar la carga en la planta del pie o los dedos.
Por último, desde el ICOPCV han recordado que la hinchazón en los pies también puede estar relacionada con otras patologías, como enfermedades cardiovasculares, insuficiencia venosa crónica, trombosis venosa profunda, pericarditis, hipertensión pulmonar y diabetes.