Día Mundial de la Alimentación: en qué países prevalece la desnutrición

La COVID-19 unida a las notables consecuencias del cambio climático, la crisis financiera, los conflictos bélicos... han incrementado en todo el mundo el número de personas que padece desnutrición. Además, el aumento de los precios de los alimentos también los ha vuelto inasequibles para una gran parte de la población mundial. 

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que cada año se conmemora el 16 de octubre, Naciones Unidas ha publicado unos datos desoladores: alrededor de mil millones de personas en países del tercer mundo no tienen suficientes alimentos seguros, lo que aumenta el riesgo de que sufran malnutrición. El continente africano es el más afectado y las organizaciones humanitarias centran sus esfuerzos en Kenia, Congo, Mozambique, Uganda y Sudán del Sur. Los voluntarios les proporcionan formación, herramientas y explican cómo generar ingresos con los que mejorar la situación nutricional de la gente a largo plazo y de forma sostenible.

En el caso de Kenia, más de dos millones de personas se encuentran en grave riesgo de hambruna porque la escasez de lluvias ha provocado malas cosechas. «Estamos perdiendo el ganado por culpa de la sequía. Estos animales son nuestra principal fuente de ingresos. Si mueren estamos perdidos», cuenta un pastor de Isiolo, una ciudad de la provincia Oriental (Kenia). Para ayudarles, varias ONGs se han dedicado a distribuir cupones de alimentos para familias especialmente vulnerables.

Las lluvias inundan los hogares

Todo lo contrario que en Sudán: 400.000 personas han tenido que huir de sus casas por las inundaciones que asolan gran parte del país. Apenas les queda comida y agua. La ONU alertó en mayo de este año que Sudán del Sur iba a sufrir una de las peores crisis alimentarias del mundo.  Alrededor de 7,2 millones de personas (60 por ciento de la población del país) corre el riesgo de padecer hambre a causa de los conflictos entre las diferentes milicias y a los constantes desplazamientos. Las  inundaciones no han hecho más que empeorar la situación.