«En el caso del cáncer de mama el diagnóstico no es sinónimo de muerte»

Hoy es el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, la enfermedad por la que combaten cerca de 33.375 mujeres en España en 2021. En esta fecha lo que se busca es sensibilizar y concienciar a las personas de todo el mundo sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía. También se pretende hacer un recordatorio del compromiso de la sociedad contra el cáncer de mama. Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), una de cada 8 mujeres tendrá que enfrentarse a esta enfermedad.

El arma más poderosa con la que cuentan las mujeres en esta guerra es la prevención. Cada vez se conocen más detalles   sobre los factores de riesgo y cómo influyen nuestros estilos de vida y hábitos en la incidencia del cáncer de mama.

La oncóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid Noelia Martínez Jañez explica el comienzo de la detención de cáncer de mama: «Para el paciente al principio es un tsunami. Todo asusta y, sobre todo, lo que más les preocupa es el mito de que cáncer de mama es sinónimo de muerte: y no lo es. También les preocupa su curación, posibilidades de recaída y tratamiento, entre otras cosas».

Actualmente la tasa de supervivencia está en torno un 80 % «gracias a los diagnósticos precoces que se hacen con las mamografías y los nuevos tratamientos esa supervivencia ha mejorado», explica la doctora.

El 75 % de los síntomas se diagnostican en una mamografía de control o en seguimientos que las mujeres deben hacerse al menos una vez al año. Uno de los síntomas más importantes es la aparición de bultos en el pecho. «Hay otras, como heridas que sangran por el pezón, pero lo más frecuente es la aparición de bultos», aclara Martínez Jañez.

Muchas mujeres optan por eliminar sus dos mamas en el quirófano para minimizar la posibilidad de una recaída, pero los estudios médicos no han demostrado que este procedimiento radical resulte efectivo. La doctora explica a El Debate que «la mastectomía no se da en todos los casos. Algunas veces, a pesar de que se haga un diagnóstico precoz, es necesario extirpar porque el volumen de la mama es muy pequeña y la relación con el tamaño con el bulto no es adecuada para hacer una cirugía conservadora. No obstante, algunas veces las pacientes no quieren pasar por esto, ni recibir radioterapia, solo quieren una cirugía conservadora». La oncóloga tiene claro que hay que tener en cuenta «siempre» el deseo de las pacientes. «Muchas veces se nos olvida».

Hoy en día las facilidades y las técnicas para cuidar y superar un cáncer de mama son elevadas, existen técnicas reconstructivas que se dedican a reconstruir la mama de manera inmediata en la propia operación, consiguiendo que el impacto emocional de las pacientes sea menor.

Martínez Jañez lo tiene claro: «El consejo que les doy a mis pacientes es que en el caso del cáncer de mama el diagnóstico no es sinónimo de muerte. Ya se ha avanzado muchísimo gracias a las investigaciones. También es necesario conocer la enfermedad para poder afrontarla. No obstante, necesitamos seguir investigando, porque sin esto no hay vida. Además creemos que nuestros pacientes tienen que solicitar o participar en los ensayos clínicos porque son fundamentales para ellas, que son las primeras beneficiadas, y para las que podemos ir detrás».

De doctora a paciente

Cuando te dicen que tienes cáncer el mundo se para, parece que no existe nada más y que las palabras no paran de rebotar en la cabeza esperando a que te diga el médico que has escuchado mal. «Tengo 64 años, me llamo Tomasa y en 2014 me diagnosticaron cáncer de mama». Seis años después está recuperada, pero no olvida los meses de incertidumbre y miedo. En marzo de 2014 la vida de la protagonista y su familia cambió por completo.

Fui a la consulta de mama y nada más abrir el historial vi un punto rojo y pensé 'aquí está', y efectivamente ahí estaba

Esta es la historia de Tomasa, paciente de la doctora Noelia Martínez Jañez  que participó en ensayos y estudios por el bien de su futuro y el de las demás mujeres.

Tomasa cuenta su historia de superación del cáncer de mama asegurando que «con positivismo» de todo se sale: «Para mí fue muy duro, pero lo veía de una manera positiva».

Era marzo de 2014 y Tomasa iba al ginecólogo a ver sus pruebas anuales de mama: «Yo estuve en la consulta de mama y nada más abrir el historial vi un punto rojo y pensé 'aquí está', y efectivamente ahí estaba. Me impactó, pero sí que es cierto que tampoco estuve muy nerviosa, de cierta manera me lo intuía, y además porque la gente con la que he estado, la doctora Jañez en concreto, me ha trasmitido mucha tranquilidad y confianza. Justo cuando la doctora me dio la noticia empecé el estudio de cáncer de mama».

Ya recuperada, cuenta lo que fue para ella percatarse de que posiblemente padecía cáncer. Tenía además los antecedentes de su hermana. «Me di cuenta por la mamografía, pero sí que es cierto que al tocarme lo veía muy duro y empecé a sospechar», explica la paciente. «Aunque ya estoy bien, me quitaron los dos pechos porque tengo un gen alterado. En ese momento me aconsejaron que me quitara los dos, y además los ovarios. La verdad es que por ahora estoy bien y feliz».

Como cualquier paciente que ha superado el cáncer, Tomasa tiene revisiones cada seis meses y afirma que, cuando tocan,  va muy nerviosa. «Pero como voy cumpliendo todas las pautas y también años voy cerrando episodios y ganando vida», resume ella.

Participó en un ensayo de cáncer de mama en el que estuvo desde mayo de 2014 hasta agosto del mismo año, pero no tuvo suerte, en su caso el tumor no menguó. «Me dieron quimioterapia y radioterapia pero no funcionó», cuenta. Como el tumor no se fue, en octubre le operaron y le reconstruyeron las mamas.

En la familia de Tomasa se han vivido varios episodios de cáncer de mama, pero ella se queda siempre con lo positivo para poder ayudar al resto. «A una mujer con cáncer de mama le aconsejo que ponga toda su confianza en los doctores, que son los que verdaderamente nos sacan adelante y mucha fuerza, porque si no no haces nada. Es muy importante también tener apoyo por parte de tu familia, hijos, marido… como yo. En mi caso lo mi marido me apoyó muchísimo, todavía me emociono. La verdad es que pasamos muchas cosas. Hasta que te hacen la reconstrucción pasa tiempo y son muchas operaciones muy duras y ahí estaba él. Siempre ha estado conmigo, nunca me ha dejado sola. Para mí ha sido mi apoyo incondicional, porque siempre le tenía al lado», recuerda Tomasa con lágrimas en los ojos pero una gran sonrisa.