Sociedad
La UE retira una campaña a favor del hiyab tras desatar una ola de críticas en Francia
Políticos de todos los signos tachan la iniciativa de «inaceptable» y califican el cubrecabezas como un símbolo contrario a la igualdad
Una campaña europea a favor del uso del hiyab ha sido cancelada en Francia tras desatar una ola de indignación por parte de la clase política gala.
La iniciativa, impulsada por el Consejo de Europa, mostraba a mujeres jóvenes cubriéndose la cabeza bajo eslóganes como «Trae alegría y acepta hiyabs», «La belleza está en la diversidad como la libertad está en el hiyab» y «Mi pañuelo en la cabeza mi elección».
El Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, denunció la campaña al tacharla de «profundamente inaceptable». Una repulsa a la que se sumaron las críticas tanto de políticos de izquierda como de candidatos presidenciales conservadores, que no dudaron en calificarla de «propaganda islamista».
Tras el enérgico rechazo, el Consejo retiró su contenido de las redes sociales y apostilló que «pensaría en una mejor presentación de este proyecto». Marija Pejcinovic Buric, secretaria general de la institución, apuntó en este sentido que los mensajes que acompañaban a la iniciativa sobre el hiyab «reflejaban las declaraciones hechas individualmente por los participantes en uno de los talleres del proyecto y no representan la posición del Consejo de Europa».
Las tradiciones del Islam resultan un asunto especialmente sensible en Francia, pues choca de lleno con la doctrina de laicismo estricto, la laicité, bajo la que se rige el país. El uso de cubrecabezas religiosos está prohibido en las escuelas estatales y para mujeres empleadas en servicios públicos, razón por la que la campaña provocó la incredulidad de políticos de todos los signos.
Sarah El Haïry, ministra de Juventud, afirmó que el Gobierno desaprobó la medida porque «alentaba» el uso del hiyab. Según El Haïry, el Ejecutivo «transmitió su extrema desaprobación, lo que provocó la retirada de esta campaña».
Michel Barnier, candidato conservador moderado para la candidatura del Partido Republicano, dijo por su parte que el hiyab era lo opuesto a un instrumento de libertad. «Me hubiera gustado que los responsables de esta mala campaña fueran a cuestionar a las mujeres de Kabul que están luchando por no usar este velo», señaló.
Valérie Pécresse, presidenta del consejo regional de París y también contendiente republicana, fue en la misma línea que Barnier al apuntar que el pañuelo en la cabeza «no es un símbolo de libertad, sino de sumisión». Éric Zemmour, el polemista de ultraderecha, calificó la campaña como «publicidad yihadista» y añadió: «El Islam es el enemigo de la libertad. Esta campaña es enemiga de la verdad». De la misma manera, Marine Le Pen, la líder de la Agrupación Nacional, describió la iniciativa de «indignante e indecente para millones de mujeres que luchan valientemente para liberarse de esta esclavitud».
Líderes de izquierda, como la senadora y exministra socialista Laurence Rossignol, también se mostraron críticos. «Recordar que las mujeres son libres de usar el hiyab es una cosa. Decir que la libertad está en el hiyab, es otra», denunció.