Salud
La biopsia líquida, el método que puede revolucionar la oncología
Rafael López López, jefe del Servicio de Oncología Médica de Santiago de Compostela, explica los grandes avances de esta novedad
Hace 15 años un grupo de médicos comenzó a trabajar en las células tumorales circulantes para intentar estudiar una metástasis que, a día de hoy, mata al 90 % de los enfermos de cáncer.
«Es el futuro y, haciendo el presente, va a ser la herramienta clave en la oncología en lo que llamamos la iniciativa de la medicina u oncología de precisión». Los especialistas en oncología solo piden una cosa: que se incluya la biopsia líquida en la cartera de servicios de Sanidad.
Entre los días 26 y 28 de enero se celebra de forma virtual el VII Simposio de Biopsia Líquida en Santiago de Compostela. Se han apuntado alrededor de 600 especialistas, entre los que destaca en doctor Rafael López López, jefe del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitaria de Santiago de Compostela. Además, lidera el Grupo de Oncología Médica Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de la misma ciudad.
Se trata de una prueba que se realiza en una muestra de sangre con la finalidad de buscar células cancerosas tumorales que están circulando en la sangre o trozos de ADN de las células tumorales que circulan por la sangre. Una biopsia líquida se puede utilizar para ayudar a encontrar un cáncer en un estadio temprano.
También puede ser útil para ayudar a planificar el tratamiento determinar su eficacia y averiguar si el cáncer ha vuelto. La posibilidad de tomar varias muestras de sangre a lo largo del tiempo también ayuda a los médicos a entender la clase de cambios moleculares que están ocurriendo en un tumor.
Ahora mismo este tratamiento se está haciendo de una forma irregular porque no hay financiación
Este método fue pionero para el cáncer de colon en España en 2013, pero debido a la financiación se están quedando a la cola de los países europeos: «Ahora mismo este tratamiento se está haciendo de una forma irregular porque no hay una financiación al no estar reconocido por el Sistema Nacional de Salud; entonces nos tenemos que buscar la vida», destaca López.
No obstante, pensando en un futuro no muy lejano, los especialistas prevén que las muertes por cáncer se reduzcan: «Enlazamos este estudio con el Plan Europeo de Cáncer. El objetivo es reducir tres millones de muertes de aquí al año 2023, y para eso el Parlamento Europeo debe aprobar el Plan del Cáncer, que seguramente lo haga en febrero, y acelerar todo el proceso», explica el doctor.
Asimismo, ha apuntado la necesidad de España de unirse a Europa en el campo de la oncología. «La comunidad oncológica española necesita converger con Europa en casi todos los aspectos, tanto de organización como de financiación». Se trata de una reivindicación que también se efectuará durante el simposio.
Hay países como Francia, Bélgica o Alemania que ya lo han llevado a cabo gracias a la medicina de precisión que poseen, pero España está rezagada: «Hubo una ponencia el año pasado en el Senado, pero no fue ejecutiva porque tenía que ir acompañada de unos planes y financiación específica con la que no contábamos. Todo se quedó en palabras».
Técnicas de biopsia líquida
A día de hoy existen tres técnicas de biopsia líquida, cada una de ellas innovadora y creada para facilitar y alargar la vida a los pacientes enfermos de cáncer. La primera de ellas trabaja con los ácidos nucleicos, el ADN y los genes. Los expertos se fijan en las células tumorales circulantes que «son las que originan las metástasis» y tratan de tratarlas para que la infección no se extienda por todo el cuerpo y puedan salvar la vida al paciente.
«El futuro y el presente parece estar en el ADN», asegura López, ya que ahora mismo gracias a los avances tecnológicos se pueden medir y valorar las mutaciones que hay en el plasma para poder decidir si una persona tiene un tumor o no. «Hoy en día lo utilizamos para decidir cuál es el mejor tratamiento para una persona con cáncer», añade.
Queremos legar a descubrir tumores muy pequeñitos para poder actuar con rapidez
La otra aplicación es la que llaman la enfermedad mínima residual. Se da cuando un paciente se opera de un cáncer: «Cuando esto pasa, los médicos no sabemos si quedan algunas células cancerígenas o no, pero con la biopsia líquida somos capaces de discriminar bastante bien, crear un pronóstico y decidir si el paciente necesita, o no, tratamientos».
La tercera gran indicación que, según indica López, es «la más atractiva» y «más difícil llegar a ella», trata de determinar un diagnóstico precoz en pacientes sanos. «Queremos legar a descubrir tumores muy pequeñitos para poder actuar con rapidez», zanja.