Cómo saber si un huevo es fresco por cómo flota o por la posición de su yema
Existen dos técnicas para saber si un huevo está en perfecto estado para ser consumido
Seguramente nos ha pasado a todos. Necesitamos hacer una cena rápida, no tenemos gran cosa en la nevera y optamos por elaborar una tortilla o un huevo frito. El problema llega cuando no recordamos cuánto tiempo llevan los huevos en la nevera. Y la duda surge: ¿estarán frescos? ¿cómo puedo saber si son aptos para el consumo?
El huevo es un alimento rico en proteína, imprescindible en casi cualquier tipo de dieta. Sin embargo, también está detrás de numerosas intoxicaciones si no se trata con el cuidado debido. Ahí está la salmonelosis, una molestísima (y peligrosa) reacción del cuerpo provocada por el consumo de huevos en mal estado.
En primer lugar, es preferible conservar los huevos en la nevera a hacerlo a la intemperie, donde puedan verse afectados por cambios de luz o de temperatura.
Además, también hay quien recomienda no colocarlos en las habituales hueveras que hay en la puerta de los frigoríficos por esta misma razón, porque están más expuestos a cambios de temperatura cuando esta se abre y se cierra. Por este motivo, aconsejan guardarlos en su propio envase y en mitad del frigorífico. Además, como última recomendación, hay quien aconseja colocar la punta más fina hacia abajo (al revés que la mayoría de envases).
Cumpliendo con estas cautelas sabremos que nuestros huevos están en buen estado, aunque la teoría dice que pueden consumirse hasta 28 días después de la puesta. De todas formas, si aún así no tienes claro cómo saber si los huevos que tienes en la nevera son aptos para el consumo, hay dos pruebas que no suelen fallar. La primera es la del cazo de agua y la otra la de probarlos en la sartén.
Si los huevos flotan
El primer experimento consiste en meter el huevo en agua con un pequeño porcentaje de sal. Y ahí pueden pasar tres cosas. Si el huevo cae hasta el fondo y permanece horizontal significará que está fresco. Si el huevo cae hasta el fondo pero mantiene una leve inclinación hacia arriba significa que conserva parte de su frescura. Por último, si el huevo flota, ten por seguro que ese huevo no está en las condiciones más óptimas para el consumo.
Hay quien sostiene que los huevos que flotan hay que desecharlos directamente, aunque tampoco está comprobado plenamente que sean nocivos para la salud. Si se van a cocer, notarás seguramente algo más de rigidez en la clara. Es lo que tiene haber perdido su frescura.
Un buen huevo frito
El segundo método para saber si el huevo está sería freírlo. Esto es especialmente útil si estás en un restaurante o en casa de alguien y quieres saber si el huevo que te han servido está en buen estado.
En este caso, la teoría dice que si la clara luce compacta y no está demasiado extendida es que el huevo es fresco. Si esta se extiende un poco más, significará que ha perdido algo de su frescura; y si esta es demasiado fina y la yema apenas tiene relieve significará que ese huevo está envejecido. Sin embargo, como hemos dicho, esto no siempre es sinónimo de que sea peligroso para el consumo.