Así será el acelerador de partículas de Granada, la ciudad que busca embotellar las estrellas

Dar energía a las ciudades gracias a las estrellas. Ese es el objetivo final de un ambicioso proyecto que podría convertir a Granada en una potencia internacional en el terreno de la ciencia. En un mundo donde se consume más energía de la que se obtiene, encontrar una nueva fuente es necesario para sostener uno de los pilares del progreso.

Según el informe de 2021 de la Red Eléctrica de España (REE), 2021 cerró como el peor año de coste en energía eléctrica a raíz de la desorbitada subida de la luz y el gas. Ante este panorama, numerosas empresas piden «reabrir el debate» del futuro nuclear, que la REE sitúa como la tercera fuente de energía del país.

En busca del cáliz inagotable de energía

Un acelerador de partículas es un instrumento con el que aceleran las partículas para que choquen. En esta colisión se genera la energía. El ejemplo de éxito que llenó titulares el verano de 2012 fue la denominada «máquina del Big Bang» del CERN en Suiza, que pretendía desentrañar los secretos de la creación del Universo.

Pero hay que discernir entre dos tipos de energía nuclear. «El primero, llamado fisión nuclear , utiliza elementos radiactivos para producir energía», explican Blanca Biel, profesora del Departamento de Física Atómica de la Universidad de Granada, y Pablo Canca, estudiante de doctorado que participa en el proyecto de la ciudad andaluza. El segundo, la fusión nuclear, «consigue una energía más limpia, sin residuos radiactivos ni emisiones de gas de efecto invernadero», y añaden que imita el 90 % de la energía producida por estrellas «fusionando átomos de hidrógeno y convirtiéndolos en helio, un gas inerte y no radiactivo».

La fusión nuclear consigue una energía más limpia, sin residuos radiactivos ni emisiones de gas de efecto invernadero

A esta última dirección apunta el acelerador de Granada: «simular las condiciones de los futuros reactores de fusión para saber qué materiales son óptimos para su construcción», concluye Biel. Enmarcado dentro del proyecto de IFMIF-DONES, tratará de conseguir la tecnología adecuada para contener la energía de una estrella.

¿Cuáles son los siguientes pasos? Ya hay algunos prototipos en marcha en Japón y «de otras secciones críticas del acelerador, que se espera tener listos para el año que viene», indica Iván Podadera, investigador del Consorcio IFMIF-DONES en España. Con respecto a Granada, se espera que la fase de construcción comience próximamente.

¿Es seguro el acelerador de Granada?

El científico Martín Rees, maestro en Cosmología y Astrofísica de la Universidad de Cambridge, alertó sobre los peligros de trabajar con un acelerador de partículas que podrían causar la destrucción del universo.

Sin embargo, mientras otras instalaciones probarán la viabilidad de la producción de energía, «aquí se enmarca el proyecto ITER, que se está construyendo en Francia», apunta Podadera, en caso de que hubiera algún escape de energía, «el fallo del acelerador simplemente hace que se pare la máquina», tranquiliza. Biel añade que «en el acelerador de Granada no se va a producir energía, esto ocurrirá en proyectos como el ITER en Francia».

De hecho, el acelerador de IFMIF-DONES «va a tener energías bajas», insiste Biel en comparación con el de CERN. Mientras en el primero «las partículas viajan muy muy rápido (a velocidades próximas a la de la luz), en nuestro acelerador la complejidad reside en el gran número de partículas que deben viajar unidas», matiza Podadera.

El proyecto mejoraría la competitividad de las empresas en España

Oportunidades económicas

Lo que está claro es que, además de suponer el fin del abastecimiento, encontrar una fuente de energía sofocará los precios a largo plazo, ya que disminuiría las tensiones geopolíticas actuales con respecto al petróleo y mejoraría la competitividad de las empresas en España.

Pero estas no son las únicas ventajas, el coordinador de la Oficina Técnica de IFMIF-Dones aseguró en la conferencia IFMIF-Dones: Pensando en el futuro de Granada que el proyecto está generando oportunidades tangibles para las empresas granadinas con contratos por valor de más de 32 millones de euros.

Por ahora se espera empezar con la construcción de los edificios para luego dedicar los esfuerzos en la tarea más difícil: encontrar el material que sea capaz de capturar una estrella.