¿Cuándo empezarán las restricciones de agua por la sequía en España?

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado que tanto España como Portugal pedirán a la Comisión Europea que se incremente la dotación de los adelantos de la PAC para 2022 y que se flexibilicen las condiciones del uso de superficies de barbecho e interés ecológico para aliviar los efectos de la sequía en la Península Ibérica.

Por otro lado, Planas ha anunciado que en las próximas semanas se convocará la mesa de la sequía, la cual se articulará como un punto de interlocución entre el sector y las comunidades autónomas para analizar aquellas medidas que pueden implantarse para paliar los efectos de la sequía.

Planas ha indicado en declaraciones a la prensa que además de estas dos peticiones también solicitarán poder lleva a cabo «acciones específicas de apoyo al sector agrario o ganadero» con cargos a los fondos de desarrollo rural, como sucedió durante el periodo de pandemia, y activar las medidas previstas en la OMC de mercados.

El comisario de Agricultura, Janus Wojciechowski, ha respondido a España y Portugal que aprovechen los planes estratégicos de la PAC para afrontar los retos de la sequía.

«Aprovechen al máximo los planes estratégicos de la PAC para afrontar los retos que planea la escasa pluviosidad para que los agricultores estén protegidos ante los posibles eventos meteorológicos», ha respondido Wojciechowski a los países peninsulares, una recomendación que posteriormente ha extendido al resto de Estados miembro.

Restricciones

Por otra parte, el titular de la cartera agraria anunció que en las próximas semanas se convocará la mesa de la sequía, que se articulara como un punto de interlocución entre el sector y las comunidades autónomas para analizar que medidas se pueden implantar para paliar los efectos de la sequía.

Sigue sin llover y las previsiones meteorológicas no mejoran. Ante un horizonte primaveral tan seco, se hace difícil imaginar que las restricciones no hagan acto de presencia los próximos meses.

Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, ha declarado que «habrá que seguir tomando medidas restrictivas» si se mantiene la situación actual. El abastecimiento humano está garantizado «en torno a dos años y medio, casi tres».

«Estamos en una situación muy delicada, muy complicada, especialmente en Andalucía», ha dicho Fernández.

En Campo de Gibraltar (Cádiz) las limitaciones comenzaron el pasado 15 de octubre, cuando se prohibió el baldeo –regar con baldes cualquier suelo–, llenar piscinas o regar jardines. La situación podría agravarse en los próximos meses y, llegado el caso, la limitación del consumo humano del agua se producirá el 18 de abril.

En Cataluña, también el pasado mes de octubre, la Agencia Catalana del Agua anunciaba una alerta por sequía en 22 municipios del Alto Empordá, tomando medidas como limitar el riego de jardines y de zonas verdes, así como el uso de agua para la limpieza de las calles, el llenado de piscina o el de fuentes ornamentales. Del mismo modo se limitó el abastecimiento del consumo global de agua a un máximo de 250 litros por habitante al día.

Infraestructuras anticuadas

Desde 1961, España ha sufrido siete episodios importantes de sequía. ¿Estamos a las puertas del octavo? Enero ha sido el más seco del siglo XXI y el séptimo desde que hay registros.

Una de las soluciones tanto para esta escasez de agua ordinaria como para el periodo de sequía extraordinaria puede ser el aumento de las infraestructuras, en concreto con las que tienen que ver con el ciclo urbano del agua, el abastecimiento y el saneamiento.

Tal y como declaraba recientemente Estanislao Arana, director académico del Foro del Agua, a El Debate: «La red de abastecimiento del agua ha quedado obsoleta, y hay estudios muy claros que nos advierten de la urgencia de renovarlos, ya que se producen fugas relevantes. Se pierde mucha cantidad de agua. Y con el saneamiento pasa igual».

«Por ese motivo la Unión Europea nos ha sancionado por no depurar correctamente nuestras aguas, que no tiene solo que ver con que devolvamos al medioambiente las aguas en condiciones naturales aceptable, sino con la posibilidad de reutilizarlas para otros usos que palíen los efectos de una sequía».