Eutanasia
Adornan la muerte de la joven 'eutanasiada' en Bélgica como un final feliz donde ella y los suyos sonríen
Una empresa de diseño lleva a viñeta el trágico caso de Shanti De Corte, que recibe la eutanasia con una sonrisa y rodeada de su familia
Polémica en las redes sociales. Una empresa de ilustración y diseño que se dedica a «transformar cualquier tipo de información en contenido que puede conectar con millones de personas de forma más empática, rápida y sencilla» ha ilustrado el caso de la joven belga de 23 años que solicitó la eutanasia como si de un final feliz se tratase. De hecho, ella y los suyos aparecen sonrientes en la última viñeta a pesar de la decisión final.
Tal y como recogió El Debate, Shanti De Corte recibió la eutanasia en Bélgica de manos de los médicos que aprobaron su solicitud y con la aprobación de sus familiares tras sufrir graves problemas mentales. La joven presenció el atentado yihadista en el aeropuerto de Bruselas en 2016 y sus trastornos se agravaron con una violación en 2018.
Tras considerarla «incurable», los médicos accedieron a una petición que previamente había sido denegada. Tras el shock sufrido por presenciar de cerca un ataque donde murieron 16 personas, Shanti, a la que la psicóloga que la atendió describió como «frágil» y con antecedentes psiquiátricos, fue ingresada en un centro para su recuperación, pero allí fue violada por otro paciente.
Se da la circunstancia que su psiquiatra rechazó ayuda externa pese a la tal cantidad de medicamentos que tomaba y sus ya confirmados intentos de suicidio. Una terapeuta, sensibilizada con su caso, se dirigió a su doctora con una oferta de tratar sus traumas. Sin embargo, esta la rechazó y la joven nunca llegó a hablar con ella. Tras visitar la asociación pro eutanasia Leif, su solicitud fue aceptada.
La Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia justificó su decisión al entender que «pasaban los meses, los años, y no observamos ninguna mejoría». Concluyeron que ella era «incurable».
Polémica viñeta
Para Pictoline, la empresa de diseño que ha ilustrado el «derecho a morir» de Shanti, su caso tiene un 'final feliz'. No en vano, muestra a la joven, en el momento de recibir la eutanasia, con la única sonrisa en toda la viñeta y rodeada de los suyos, que también aparecen dibujados con una mueca de satisfacción y alivio.
Una manera de mostrar su caso al mundo muy arriesgada, porque envía el mensaje de que su trágica historia tiene por fin un final feliz a pesar de los datos que conocemos del caso, como el que hubo varios terapeutas interesados en poderle ayudar a pesar de la oposición de los psiquiatras que la trataban, y que dictaminaron que para ella no había otra alternativa.