Más de 400 jets privados han aterrizado en Egipto con motivo de la COP27

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27, continúa desarrollándose en Sharm El Sheik, Egipto. Allí, los líderes mundiales intentan encontrar una solución al problema del calentamiento global y se espera que llegar a un «pacto de solidaridad climática» para que las economías desarrolladas realicen recortes de emisiones para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC,

Sin embargo, esta reunión internacional no está exenta de polémicas. A las críticas por celebrarse en una ciudad balneario de lujo se suma ahora el importante trasiego de vuelos que ha provocado este evento, muchos de ellos jets privados.

Desde que comenzó la cumbre el pasado día 6 de noviembre, cerca de 400 aviones privados o de estado han aterrizado en Sharm El Sheik. A estos hay que sumarle los aeroplanos de empresas patrocinadoras y participantes, además de los de las compañías aéreas. Precisamente estos se han reforzado, ya que se han llenado durante todos estos días. La compañía Egyptair ha reforzado su oferta con 250 vuelos más entre El Cairo y la ciudad que acoge la reunión.

Esto ya sucedió en la anterior COP, celebrada en Glasgow, cuando los aviones privados que acudieron a la ciudad escocesa emitieron 13.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Transport and Environment emitió un informe en 2021 en el que calcula que una hora de vuelo en un jet privado puede generar cerca de dos toneladas de dióxido de carbono. Un avión comercial tampoco se queda corto: según la Agencia Europea del Medio Ambiente, emite unos 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro.

El único líder político que no acudió a la cita en jet privado fue John Kerry, el enviado especial de los Estados Unidos, puesto que Joe Biden ha declinado su asistencia. Kerry renunció a utilizar el avión privado de la fuerza aérea norteamericana y llegó en un avión comercial desde los Emiratos Árabes Unidos.