Tumban la declaración medioambiental de un parque eólico entre Ávila y Madrid
Según los ecologistas, Ávila «ya cuenta con más de 300 aerogeneradores distribuidos en 16 parques
La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), ha emitido una declaración de impacto ambiental (DIA) «desfavorable» al proyecto de un gran parque eólico situado entre Ávila y Madrid, cuyos impulsores habían anunciado una inversión de 132 millones de euros.
La resolución emitida y publicada este martes en el 'Boletín Oficial del Estado' (BOE) justifica la decisión señalando «haberse identificado la posibilidad de impactos negativos significativos sobre el medio ambiente para los que las medidas propuestas no presentan garantía suficiente de su adecuada prevención, corrección o compensación».
Esta declaración de impacto ambiental desfavorable «no será objeto de recurso, sin perjuicio de los que, en su caso, procedan en vía administrativa y judicial frente al acto por el que se autoriza el proyecto».
Este proyecto responde al acuerdo alcanzado entre Capital Energy y Ayuntamiento de la localidad abulense de Peguerinos (275 habitantes), rubricado por la alcaldesa del municipio, Asunción Martín, el director regional de la energética en Castilla y León, Víctor Fernández, y el presidente de la Diputación abulense, Carlos García.
Según se anunció en su momento, este parque eólico denominado 'Ágata' crearía en este pueblo abulense próximo a la Comunidad de Madrid 32 empleos, 18 directos y 14 indirectos, tras una inversión de 132 millones de euros.
Este proyecto se instalaría en Peguerinos, mientras que la infraestructura de evacuación discurriría por las localidades madrileñas de Santa María de la Alameda, Zarzalejo, El Escorial, Colmenarejo y Galapagar, cuyos ayuntamientos han sido consultados, junto a otros cerca de cuarenta organismos, instituciones y entidades antes de emitir la DÍA.
El parque eólico proyectado contaría con una capacidad de la instalación de 110 megavatios (MW) y podría producir más de 275.000 megavatios hora (MWh) al año, lo que supondría suministrar energía eléctrica para 108.000 hogares.
Esta infraestructura supondría que las arcas municipales ingresarían en torno a 1,5 millones de euros, con un impacto fiscal en el municipios de unos 470.000 euros al mes, según la empresa promotora, que calcula que durante el período de construcción generarían en torno a medio millar de empleos.
Frente a este proyecto, contra el cual se presentaron un total de 375 alegaciones, se manifestó el Colectivo Azálvaro, así como Ecologistas en Acción, por considerar que su construcción e instalación supondría un «gran impacto sobre el territorio», afectando al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y a otras zonas protegidas, como Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos.
Para los ecologistas, el proyecto, que contaría con «19 mega-aerogeneradores de 200 metros de altura, una altura de buje de 115 metros y un diámetro de rotor de 170 metros», se situaría en una zona «de alto valor medioambiental, paisajístico y patrimonial».
Según los ecologistas, Ávila «ya cuenta con más de 300 aerogeneradores distribuidos en 16 parques, el 70 por ciento de los cuales se concentra en torno a este nuevo emplazamiento».
En este contexto, Campo Azálvaro reiteraba el impacto tanto a la fauna, con especies «amenazadas», como al paisaje de los lugares en los que se asentaría y por los que discurriría la infraestructura necesaria para su funcionamiento, de ahí que solicitara una DIA desfavorable, como así ha ocurrido.