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De izquierda a derecha Cristina Vicente, una de las enfermeras de Makar, el niño en los brazos de su madre y el doctor Andrés Morales

Cristina Vicente, una de las enfermeras de Makar, el niño en los brazos de su madre y el doctor Andrés MoralesHospital Sant Joan de Déu

Un hospital español cura un tumor cerebral infantil gracias a un programa para el cáncer de pulmón en adultos

Makar mantiene un cierto retraso psicomotor, pero gracias a la insistencia y a la ayuda médica ha vuelto a caminar, aunque con asistencia

La ciencia y la investigación en tratamientos oncológicos han salvado la vida al pequeño Makar. Con tan solo un año le diagnosticaron un «cáncer incurable» en su ciudad natal, San Petersburgo (Rusia), donde fue tratado e intervenido. Se trataba de un glioma hemisférico infantil, un grave tumor cerebral de alto grado, cuando solo tenía un año de vida

Los profesionales del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB) del Hospital Sant Joan de Déu han tratado con éxito un tumor cerebral sin opciones de curación. Ha sido posible gracias a dos fármacos utilizados habitualmente para el cáncer de pulmón en adultos.

El equipo que le atendió le prescribió estos tratamientos después de realizar un análisis molecular del tumor en distintas fases de la evolución de su enfermedad, descubriendo alteraciones genéticas que iban cambiando en el tiempo, y que condicionaban un cambio en el tratamiento dirigido.

Cuando los oncólogos de su país ya no le ofrecían ninguna opción, la familia del niño se puso en contacto con el departamento de atención al paciente internacional del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y envió una muestra del tumor del pequeño para que el equipo de medicina de precisión del centro llevase a cabo un estudio de biología molecular.

Tras el análisis molecular detectaron que el quiste maligno de Makar presentaba una alteración que involucraba al gen ALK, que es frecuente en el cáncer de pulmón de adultos. Al identificar esta alteración, relata el director asistencial del Pediatric Cancer Center Barcelona, Andrés Morales, el equipo de oncología de precisión «empezó a buscar fármacos que tratasen de forma específica esta alteración».

El equipo necesitaba hallar un fármaco para tratar de forma dirigida la modificación del gen ALK y «que sobre todo llegase bien al cerebro», ya que es una parte del organismo donde el efecto de los fármacos tarda más en hacer efecto debido a la barrera hematoencefálica. Esta membrana impide la entrada de bacterias y otras sustancias como los contra el cáncer.

Primera vez que se aplica a un niño

Era la primera vez que se le administraba este medicamento a un niño «en su situación». Por ello, el equipo de oncología de Sant Joan de Déu contactó con la compañía farmacéutica para decidir y estudiar qué dosis podían ser las necesarias y eficaces para Makar. Semanas después de recibir el tratamiento, una resonancia magnética puso de manifiesto que «el tamaño del tumor del niño se había reducido de manera notable». Casi había desaparecido.

Tres meses después, el glioma había generado resistencia al tratamiento y había crecido de nuevo. El equipo de neurocirugía volvió a operar al menor, le extrajo todo el tumor y se envió a analizar. El estudio detectó una segunda alteración en el mismo gen ALK.

Fue en ese momento cuando los oncólogos se plantearon administrar al niño otro fármaco indicado también para el cáncer de pulmón en adultos. Una vez más, se tuvo que contactar con la farmacéutica correspondiente porque tampoco se había administrado nunca antes en casos como el de Makar.

El segundo tratamiento también hizo efecto, pero no redujo el tumor, volvió a crecer. Tas una operación urgente recibió radioterapia con protones. Un año después el tumor ha desaparecido y no hay evidencia ni rastro de las células cancerígenas.

En la actualidad, Makar mantiene un cierto retraso psicomotor, pero gracias a la insistencia y a la ayuda médica ha vuelto a caminar, aunque con asistencia, así como a comunicarse y hacerse entender.

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