El virus de Marburgo que preocupa a Sanidad ¿podría llegar a provocar una pandemia?

Tres años después de la aparición de la covid, una nueva enfermedad preocupa a Sanidad. Se trata del virus de Marburgo, el primo hermano del ébola. La peligrosidad de este patógeno y el miedo a que se extienda por Europa ha llevado al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) a tomar medidas.

Para saber cuál es la virulencia de este germen, primero hay que saber que se dividen en cuatro bloques. Los del grupo uno son prácticamente inocuos; los del dos tienen baja transmisibilidad o hay tratamiento; el tercero puede empezar a tener transmisibilidad y, aunque no haya vacuna, puede tener solución; pero el cuarto grupo se caracteriza por ser muy transmisible y no hay tratamiento. Es el caso del Marburgo.

Este virus pertenece al género Marburgvirus de la familia Filoviridae, al igual que el virus del ébola. Este patógeno causa una enfermedad hemorrágica severa, con elevada mortalidad (88 %) pero podría ser menor si se tratase adecuadamente a los pacientes, según un informe de la OMS.

Origen de la infección y proceso

Inicialmente, la infección humana por Marburgo se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus. De hecho, la transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos.

Una vez existe contagio, el debilitamiento suele ser rápido y se puede observar dolor generalizado. Los síntomas del virus comienzan bruscamente. Primero empieza la fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar, así como con frecuentes dolores musculares.

Al tercer día pueden aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos. En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan «aspecto de fantasma» debido al hundimiento de los ojos, la inexpresividad facial y el letargo extremo.

Este tipo de virus se trabajan en los laboratorios P4, que son los que poseen una máxima seguridad en el manejo de muestras biológicas

Muchos enfermos tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los cinco o siete días y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia en varios órganos. La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de hemorragia por la nariz, las encías y la vagina. En los casos mortales, el óbito suele producirse a los ocho o nueve días del inicio de los síntomas y se suele preceder de grandes pérdidas de sangre de color negro.

¿Pasará lo mismo que con la covid?

Este tipo de virus se trabajan en los laboratorios P4, que son los que poseen una máxima seguridad en el manejo de muestras biológicas. El nivel cuatro, el más alto en la escala de bioseguridad, es imprescindible para manipular microorganismos que causan enfermedades infecciosas que amenacen la salud pública.

En el hipotético caso de que llegase un contagio de África a España, sería necesario el aislamiento inmediato del paciente y de todas aquellas personas con sintomatología o contacto directo. Por lo tanto, y debido a la transmisibilidad del virus, las medidas de seguridad deberán ser mayores a las del coronavirus.

Recordemos cuando se informó del primer caso de ébola en nuestro país: el misionero vino en una cápsula. Con este virus debería ser igual. Es decir, «no valdrían mascarillas ni guantes», avanza el director de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, Pedro Antonio Jiménez Gómez.

El patógeno puede llegar a España, pero los países desarrollados tienen menos posibilidades de transmisión, ya que cuando se detecta algún virus de esta naturaleza lo primero que hacen es detenerlo y evitar su dispersión. Aunque «es muy poco probable» que se extienda de la misma forma que la covid, sí que se podrían dar algunos casos. De hecho, este sábado se ha conocido que se investiga una posible infección de este virus en Valencia, en concreto un varón de 34 años que ha estado recientemente en Guinea Ecuatorial.

El experto transmite calma y asegura que en España hay una buena red de vigilancia epidemiológica y muy buenos médicos centinela, por lo que, en caso de que se confirmara algún positivo, existen protocolos que son muy eficaces y tratarían de confinarlo. Se podría dar algún caso importado, pero la posibilidad de transmisión es mínima.