El Ministerio de Agricultura se compromete a crear una estrategia para controlar la población de conejos
Los trabajadores del campo llevan tiempo pidiendo soluciones ante una plaga que ya afecta a 10 comunidades autónomas
Los agricultores y ganaderos llevan meses advirtiendo de una plaga de conejos híbridos, que son una mezcla entre los silvestres y los domésticos, más grandes, más voraces y con mayor capacidad para procrear. Un problema se extiende ya por al menos 10 comunidades autónomas (Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra y la Región de Murcia).
Ante esto, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), pidió a las autoridades una solución para este problema. Ante esto, el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha respondido que trabajará «para poner marcha una estrategia nacional sobre el control población del conejo», en la que debería estar implicados representantes del MAPA, las comunidades autónomas y las organizaciones profesionales agrarias.
Ante la gravedad de esta problemática, agudizada por la sequía, los representantes de COAG pidieron a los responsables del ministerio celeridad para evaluar la situación y, en base a ello, que se orqueste un paquete de medidas con las soluciones más eficaces.
«Necesitamos una uniformidad de criterios en todo el Estado y que las medidas que ya se están aplicando en infraestructuras públicas para combatir esta plaga se puedan implementar en las explotaciones agrarias», ha apuntado Javier Fatás, responsable de Fauna Salvaje de la Comisión Ejecutiva de COAG.
La organización agraria reclama indemnizaciones para los profesionales cuyas explotaciones se vean afectadas por la presencia de estos animales. Inciden en que el seguro agrario no está siendo una herramienta funcional para indemnizar las pérdidas de producción. «Cuando un parte de siniestro es recurrente, la subida de las franquicias y la bajada de los rendimientos que aplica Agroseguro impiden que los agricultores puedan contratar esa póliza».
Por ello, reclaman otra fórmula para indemnizar esos daños, como el pago de una indemnizaciones, «hasta que no haya un control poblacional efectivo que reduzca la densidad de ejemplares por kilómetro cuadrado», ha apuntado Fatás.
Hasta el momento, más de un millón de hectáreas han sufrido algún tipo de daño de estos conejos, en la mayoría de los casos en cultivos de cereal, viñedo, leguminosas, olivar, frutales, almendros y hortícolas al aire libre y las pérdidas se elevan por encima de los 800 millones de euros.