Corea del Sur dará pagas de 450 euros a los jóvenes solitarios para que salgan de casa

Las autoridades surcoreanas han decidido invertir sus esfuerzos en una lacra que cada vez es más habitual en su país: los jóvenes solitarios que se pasan los días enclaustrados en sus casas. A pesar de que el país tiene otras preocupaciones más importantes, esta afecta a un buen número de hogares y perturba a la sociedad.

Y es que, según datos de las instituciones del país, cerca del 3,1 por ciento de los surcoreanos entre 19 y 39 años viven aislados, recluidos o desconectados del exterior. Eso supondría que unas 340.000 personas se encuentran en esta situación, que en casi la mitad de los casos comenzó en el período de la adolescencia.

Por ello, el gobierno ha decidido destinar un subsidio de 650.000 wones, unos 449 euros, a cada joven para así ofrecerles un estímulo y que salgan de casa. Así lo anunció el Ministerio de Igualdad y Familia, que lo presentó como parte de su ley de apoyo al bienestar juvenil.

Con ello, pretenden que los surcoreanos de edades más tempranas se reinserten en la sociedad. No obstante, para acogerse a esta ayuda deberán cumplir algunos requisitos, como tener entre 9 y 24 años y vivir en un hogar con ingresos inferiores a la media nacional.

La ministra del ramo, Kim Hyun-sook, remarca que la prioridad de esta medida es aportar una «ayuda especial a jóvenes en crisis que necesitan apoyo social y económico» y fomentar así su «desarrollo saludable». El pasado mes de noviembre ya se dio a conocer un plan que tenía como fin velar por la salud psicológica y emocional de los jóvenes e impulsaba apoyos en educación, sanidad y trabajo.

Y es que este tipo de jóvenes que no salen de casa y no se relacionan ya tienen en Corea del Sur hasta un nombre propio: los «hikikomori». Se trata de un término japonés que designa a aquellas personas que viven como ermitaños modernos, es decir, aislados. Solo el tiempo se demostrará si la medida llevada a cabo por las autoridades del país es efectiva o, por el contrario, la tendencia que lleva a los jóvenes hacia la soledad persiste.