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Leyó un libro de texto del plan de estudios nacional

Leyó un libro de texto del plan de estudios nacionalFreepick

Un profesor es acusado de «pedófilo» por hablar de la pubertad obviando los dogmas trans

Varios alumnos, algunos con disforia de género lo denunciaron a la dirección del centro por sus «comentarios indignantes»

La ideología de género en los libros de textos y en las aulas ha superado todos los límites en el Reino Unido. Roy Huggins un maestro de 54 años, fue acusado de «pedófilo» y se enfrentó a que le prohibiesen ejercer su profesión por leer una lección de ciencias que trataba sobre la pubertad y que molestó a los niños con disforia de género, según cuenta el Daily Mail.

El profesor de historia –con más de 30 años de experiencia– estaba cubriendo una baja en una clase a niños de 11 y 12 años, tal y como le había pedido la dirección del centro. Para no salirse de las lecciones establecidas leyó de un libro de texto el plan de estudios nacional que trata los cambios físicos en los cuerpos de los niños durante la pubertad. Además, proporcionó explicaciones adicionales para ayudar a los estudiantes a comprender su cuerpo.

Huggins pensó que la lección había ido bien, pero se llevó una sorpresa. No sabía que había al menos dos alumnos en la clase a los que se les había diagnosticado disforia de género. El profesor no se enteró de lo ocurrido al instante, sino pasados unos días, cuando varios alumnos presentaron quejas a la dirección del colegio por los comentarios «inapropiados» que hizo en la clase que impartió.

Al recibir las protestas, la escuela lo reportó al organismo de protección de la autoridad local que se ocupa de las denuncias contra adultos que trabajan con niños. Sin embargo, tras ver lo sucedido y analizar el material de la escuela, Huggins fue absuelto, ya que consideraron que «la culpa era de la escuela».

No satisfecho con el veredicto, el director de la Academia Retford Oaks en Nottinghamshire remitió al porfesor del centro al Servicio de Divulgación y Restricción (DBS), cuya función es prohibir que los maestros trabajen con niños.

Esta situación fue «una pesadilla» para el profesor, que además es padre de dos hijos y también abuelo, puesto que, según comentó, se puso en riesgo la reputación que había ganado después de tantos años trabajando.

La semana pasada la DBS puso fin a su «tortura» puesto que «no había ningún caso que responder». Aun así, el profesor suplente decidió explicar a todo el mundo la terrible experiencia que había vivido y así advertir a sus compañeros de lo que les puede pasar si atraviesan «el campo minado» de la identidad de género. «Lo que me sucedió es una advertencia para nuestros tiempos modernos de cómo las personas que impulsan una agenda pueden abusar de los sistemas», advirtió desde su casa Huggins.

Lo triste, aseguró, es que en lugar de respaldarlo las autoridades escolares le «tiraron a los leones». Además, informó que en la cultura actual «están dispuestos a sacrificar personas en el altar de estas ideologías».

¿Qué enseñó el profesor?

La tarea consistía en coger la información de un libro de texto para diseñar un cartel informativo sobre los cambios en el cuerpo del hombre y la mujer en la pubertad.

Según aseguró Huggins, leyó el libro de texto y habló sobre los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo durante la pubertad. El libro de texto describía cómo los niños desarrollan hombros más anchos y las niñas caderas más anchas. Durante las lecciones un niño le preguntó: «Señor, por qué las mujeres tienen caderas más grandes» a lo que le respondió el profesor «para tener hijos».

También comentó el desarrollo del vello corporal y facial y a qué edad los niños deberían comenzar a afeitarse. Asimismo, apuntó que era un buen momento para que los niños hicieran ejercicio en el gimnasio para ganar músculo, ya que producían mucha más testosterona «que un anciano como yo».

Lo que no sabía el profesor es que en su clase había niños con disforia de género. «No me dijeron que había niños en ese salón a los que les diagnosticaron disforia de género y que estaban molestos. No tenía idea de esto», aseguró.

Sin embargo, los niños comenzaron a tergiversar las explicaciones y denunciaron a la dirección del centro que había hecho comentarios como por ejemplo que «los niños deben ser musculosos para atraer a las niñas»; «los niños deben comenzar en el gimnasio a los 12 años para volverse musculosos», o «las niñas tienen caderas para poder tener hijos, algo que todas las mujeres deberían hacer».

A pesar de los comentarios, en su declaración a la autoridad aseguró que su conciencia estaba tranquila y que no había hecho nada malo. «Siempre estoy feliz de reflexionar y aprender de mis errores, pero estoy completamente perdido por las acusaciones que se han hecho y por qué no se abordaron a nivel escolar, ya que son bastante ridículas», concluyó.

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