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Entrevista

El doctor Kovacs, el gran gurú de la espalda: «Si te duele, evita el reposo y haz deporte»

El facultativo Francisco Kovacs término la carrera de medicina a los 19 años, y tres años más tarde se doctoró summa cum laude

Si alguna vez has padecido dolor de espalda o ahora mismo estás en esta situación, esta entrevista te interesará, ya que el doctor Francisco Manuel Kovacs, eminencia en esta especialidad y director de la Unidad de la Espalda del Hospital Universitario HLA-Moncloa de Madrid, y de la Red Nacional de Investigadores de Dolencias de la Espalda, ha explicado a El Debate las causas de éste incómodo daño y qué hacer para evitarlo.

–Doctor, ¿cómo consiguió graduarse a los 19 años y terminar el doctorado a los 22?

–No tuvo ningún mérito. Terminé pronto porque empecé pronto. Es así de fácil.

Yo tenía muy claro desde muy joven que quería ser médico. De tal manera que cuando estaba estudiando bachillerato, para mí la única manera de divertirme más y acelerar el plazo era correr.

De hecho, el único modo de quitarme las asignaturas que me entretenían menos era quitármelas de encima cuanto antes para poder estudiar lo que realmente me gustaba. Suena más espectacular ahora, pero realmente en aquel momento no tuvo mucho mérito.

–Viene de una familia de médicos, su padre es era doctor... Una vez termina la carrera, ¿por qué decide empezar a estudiar la espalda?

–A mí me atraía especialmente la investigación y, puestos a escoger en qué investigar, entendí que había tres criterios fundamentales.

El primero es la frecuencia. Es decir, cuanto más frecuente es una afección entendía que más importante era contribuir a mejorar su tratamiento. En segundo lugar, que no tuviera tratamientos satisfactorios. Si lo tuviera, ya no tiene sentido perder tiempo con ello. Y, el tercer punto, el impacto social que tenía en términos económicos y sociales.

Y con esos criterios esta especialidad fue mi elección. Por otra parte, había algunas especialidades que tenía muy claro que me habían atraído menos durante la carrera y otras que más. Y dentro de esto me fue fácil escoger la espalda.

Estamos evolucionando del Homo sapiens al 'Homo sedens', es decir, todo el día sentadoFrancisco Manuel KovacsDirector de la Red Nacional de Investigadores de Dolencias de la Espalda

–¿Por qué nos duele la espalda a todos?

–Hay datos que reflejan que el dolor de espalda ha existido siempre en la historia. Existen registros de legionarios romanos que en un momento dado tenían que darse de baja porque les dolía la espalda.

Hoy en día da la sensación de que la prevalencia está aumentando entre los más jóvenes. Y todo apunta que la principal causa es que estamos evolucionando del Homo sapiens al Homo sedens, es decir, todo el día sentado. Y no es malo estar sentado. Lo erróneo es que lo único que hagamos sea eso, porque la musculatura en el funcionamiento de la espalda tiene un papel esencial.

Hay algunas articulaciones que por sí se mantienen en su lugar, pero en la columna no es así. La columna funciona como el mástil de un barco que necesita la atención de lo que en los barcos son los obenques y los estayes. En nuestro caso es la musculatura.

El doctor Francisco Kovacs durante la entrevistaThorun Javier Piñeiro

Esto está pensado de manera que la tensión coordinada varias veces por segundo mantiene la espalda recta. Pero además, cuando nos movemos mantiene el centro de gravedad controlado, de forma que levantando un brazo o una pierna, la musculatura se tiene que contraer en la justa medida. Eso requiere que la musculatura esté siempre trabajando y, por lo tanto, que tenga la fuerza, la resistencia y la coordinación suficiente para hacerlo bien.

Si no hacemos eso y tenemos una musculatura pobremente entrenada y mal coordinada, tiene que hacer más esfuerzo del que puede y eso hace que duela. Esta es la causa de la inmensa mayoría de los episodios de dolor de espalda.

–Ha hablado de ejercicio, ¿hay alguno que sea mejor que otro para prevenir el dolor de espalda?

–Cualquier ejercicio es mejor que ninguno, de tal manera que no hay excusa para los vagos. Hay dos situaciones conceptualmente distintas. Por una parte, para un individuo sano al que no le está doliendo nada y quiere hacer ejercicio de manera preventiva, cualquier cosa vale.

En el otro extremo, para un paciente crónico en el que ya se han desarrollado desequilibrios musculares, puede tener sentido que durante un tiempo haga los ejercicios correctores necesarios para equilibrar su musculatura, para luego, una vez que esté bien, hacer cualquier cosa.

Todos los estudios realizados reflejan que, aunque hay pequeñas variaciones entre un tipo de ejercicio y otro, lo fundamental es mantenerlo en el tiempo y para ello es esencial tener en cuenta las preferencias del paciente.

48 horas de reposo en cama tienden a hacer que se pierda tono muscular y que el dolor dure más y además repita más a menudoFrancisco Manuel KovacsDirector de la Red Nacional de Investigadores de Dolencias de la Espalda

–¿Se puede curar el dolor de espalda?

–El primer punto es estar tan físicamente activo como pueda, y aquí hay un paréntesis que hacer. Es que en deportistas profesionales esto puede tener matices, ya que hay algunos deportes que tienden a fomentar unos grupos musculares en detrimento de otros y a veces tienen que hacer ejercicios compensatorios. Pero para el 99,9 % de la población es un problema esencialmente de dosis. Hagan, y cuanto más, mejor.

En segundo lugar, si en un momento dado duele, evitar el reposo en cama es esencial. Cuando terminé la carrera se recomendaba prescribir a los pacientes el reposo de orinal, es decir, no moverse para nada. Pero cuando se han hecho ensayos clínicos, este ha sido uno de los uno de los muchos campos en el área de la espalda en el que se ha demostrado que el conocimiento intuitivo y que parecía tradicional era erróneo. De hecho, es al revés: 48 horas de reposo en cama tienden a hacer que se pierda tono muscular y que sea más fácil que el dolor dure más y además repita más a menudo.

Con lo cual, la idea es, justo al contrario, mantener el mayor grado de actividad física que el dolor permite. Es decir, tiene todo el sentido del mundo si hace algo que desencadena el dolor o si le duele algo que aumenta la intensidad de dolor, parar y descansar un rato, pero a lo largo del día hay que moverse tanto como sea posible.

–Siguiendo sus pautas, ¿cuándo debe una persona con dolor de espalda acudir al médico?

–Merece la pena acudir en varios supuestos. En primer lugar, cuando hay síntomas neurológicos. Es decir, cuando ese dolor irradia por la pierna, por el brazo o cuando se pierde fuerza. Desde luego, a mi manera de ver, merece la pena ir la primera vez que haya un episodio para diagnosticarlo.

Si es un dolor benigno que dura un día y desaparece no, pero si es un niño el que tiene el dolor sí tiene sentido.

De 100 pacientes que acuden al médico por dolor de espalda, sólo un 1 % va por un dolor que se manifiesta en la espalda, pero no es de la espalda, sino que se debe a enfermedades sistémicas. Es decir, infecciosa, metabólicas, cánceres, etc.

Algunas de esas enfermedades son potencialmente graves y algunas letales. Con lo cual, si algo hace sospechar que un paciente tiene un dolor de espalda, que no es por culpa de la espalda, sino que es referido de otra causa, desde luego merece la pena hacerlo.

El doctor Francisco Kovacs durante la entrevistaThorun Javier Piñeiro

El tipo de síntomas para acudir al doctor son, por ejemplo, cansancio, fiebre, agotamiento, falta de apetito o que haya antecedentes de un paciente que tiene o ha tenido un cáncer y de repente un dolor en la espalda debe ser valorado para descartar que no haya una metástasis vertebral.

–Ha hablado de cánceres y de metástasis vertebral, como director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de espalda, ¿me podría decir que están investigando ahora?

–Llevamos muchos años investigando distintas cosas de relacionadas con la metástasis vertebral. Las metástasis vertebrales son una de las situaciones más dramáticas que se pueden vivir en el entorno de la espalda y especialmente de compresión medular.

Acabamos de publicar un estudio que sugiere que el tratamiento que se está aplicando en la práctica clínica habitual no es el óptimo, y hay algunas áreas en las que podemos mejorar.

Ese estudio se ha basado en las declaraciones de los médicos sobre lo que hacen habitualmente. Lo que estamos planteando y diseñando ahora es un estudio para ver en realidad si los pacientes tratados durante el último año en la mayoría de los hospitales españoles esos estándares se han cumplido o no. Y, si no ha sido así, cuáles son los que no se han cumplido y que tendríamos que hacer para que se cumplan.

Hay situaciones en las que el sistema sanitario puede ser desagradable, pero hay situaciones en las que no se puede tolerar la desviación de lo óptimo, y esta es una de ellas. Con lo cual, aquí, de alguna forma, no se exige lo mejor de un médico, se exige lo mejor de todos los médicos y del sistema que los coordina. Entonces, ahí es donde realmente tenemos que poner el énfasis en mejorar una situación que afortunadamente afecta a relativamente pocos pacientes, pero que tiene un efecto tan demoledor en su calidad de vida que todo esfuerzo que hagamos es poco.