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Las piscinas, el mejor remedio contra el calor

Peleas, agresiones y robos son una constante en las piscinas de la capital alemanaEuropa Press

Alemania

¿Qué está pasando en las piscinas de Berlín para que se exijan controles de identidad obligatorios?

Inmigrantes jóvenes y alemanes de origen extranjero protagonizan un verano de incidentes en las instalaciones de la capital

Verano movido en las piscinas de Berlín a causa de varios incidentes violentos en el interior de sus instalaciones que se han atribuido a jóvenes de origen extranjero.

Lo que sucede en las piscinas berlinesas va más allá de la acción de simples gamberros o típicos ladrones: peleas, agresiones, acoso a los trabajadores, a mujeres o a homosexuales… Una situación que ha llevado a imponer controles de identidad obligatorios a todo aquel que pretenda entrar en las instalaciones. En la compra de entradas por internet hay que indicar nombre y apellidos

«No queremos espacios sin ley», declaró el alcalde de Berlín, Kai Wegner. El mismísimo canciller Olaf Scholz, dijo por su parte que apoya la presencia de policía en las instalaciones y advirtió de que el Estado no tolerará esos comportamientos violentos.

Mano dura

El problema de inseguridad en las piscinas ha llegado a la política. El Ayuntamiento se ha mostrado partidario de medidas que van más allá como los controles a la entrada: más presencia policial, y patrullas en las instalaciones. Los guardias de seguridad registran bolsos a la entrada.

Pero el debate se ha instalado en el seno de la opinión pública: ahora se cuestiona la integración de los protagonistas de los incidentes, que en muchos casos son de segunda o tercera generación de familias migrantes.

A raíz de los últimos incidentes, el nuevo secretario general del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU), Carsten Linnemann, pidió que se procesara a los autores en el mismo día de los hechos delictivos. «Cualquiera que ataque a personas en una piscina al aire libre debe sentarse ante un juez ese mismo día, y ser condenado", declaró al diario Bild am Sonntag.

La gota que colmó el vaso

La piscina de Columbiabad ilustra la situación del verano berlinés. El pasado 9 de julio, una nueva pelea exigió la presencia policial. La instalación fue desalojada y no volvió a abrir hasta una semana después. Los empleados denunciaron haber sufrido agresiones por parte de los jóvenes inmigrantes.

El rotativo Tagesspiegel publicó la carta que a principios de temporada envió su personal a la dirección de Piscinas Municipales de Berlín denunciando que las agresiones verbales y físicas, donde se incluyen los escupitajos y los insultos, son una constante en su día a día.
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