La quimioterapia puede reactivar el crecimiento de células tumorales «durmientes»
Hasta un 23 por ciento de las pacientes sufren una recidiva en los primeros cinco años
Tras varias investigaciones los científicos han descubierto que la quimioterapia puede dañar las células no tumorales. Para llegar a estas evidencias científicas, un equipo internacional de investigadores ha demostrado que puede reactivar el crecimiento de células tumorales «durmientes» y la reaparición del cáncer de mama.
Lo ha comprobado un equipo de científicos liderado por la investigadora Ramya Ganesan, de la Universidad de Emory (Estados Unidos), y las conclusiones aparecieron el pasado martes publicadas en la revista Plos Biology.
Su principal conclusión fue que un fármaco estándar utilizado en la quimioterapia lesiona las células circundantes no cancerosas, lo que puede «despertar» a las que están latentes y promover el crecimiento del cáncer. Según los investigadores este hallazgo es muy importante para entender la recurrencia del cáncer y apuntar nuevas dianas para prevenirlo y combatirlo.
Los avances en el tratamiento del cáncer, incluida la quimioterapia, han reducido drásticamente la mortalidad en muchos tipos de cáncer, entre ellos el de mama, pero hasta un 23 por ciento de las pacientes sufren una recidiva en los primeros cinco años.
El tratamiento está pensado para destruir todas las células cancerosas, pero a menudo algunas entran en un estado de latencia, en el que dejan de dividirse y no responden a los agentes quimioterapéuticos, y esa reactivación se produce cuando las células inactivas vuelven a despertarse y comienzan a dividirse de nuevo, han señalado los investigadores.
Algunos estudios ya habían indicado que la propia quimioterapia puede favorecer la salida del letargo, pero el mecanismo de este efecto no está todavía claro.
Para explorar esta cuestión, los investigadores trabajaron tanto con un modelo celular como con un modelo de ratón de cáncer de mama, y administraron un fármaco quimioterapéutico muy utilizado (el docetaxel) a concentraciones fisiológicamente relevantes y descubrieron que, incluso a dosis muy bajas, algunas células resultaban dañadas, mientras que las cancerosas no, y que el tratamiento inducía la reentrada del ciclo celular en las células cancerosas.
Los autores demostraron que esta reactivación de las células latentes se debía a la liberación de dos moléculas clave de señalización celular, que actuaban sobre esas células latentes para promover su crecimiento, tanto in vitro como in vivo.
Esto proporcionó al equipo posibles dianas contra el cáncer, y demostraron que los anticuerpos que neutralizaban esas dos moléculas (llamadas G-CSF e IL-6) o un fármaco que bloqueaba el mediador de esas señales dentro de las células cancerosas, inhibían el despertar del letargo debido al tratamiento con «docetaxel».
Los investigadores han subrayado que estos resultados tienen varias implicaciones importantes, ya que ponen de relieve la importancia de las células circundantes, y no sólo de las propias células cancerosas, a la hora de determinar la respuesta a la quimioterapia.
En declaraciones al Science Media Center España (SMC), una oficina independiente que recopila recursos que contribuyen a entender el alcance de muchos de los descubrimientos, Joan Albanell, jefe del Departamento de Oncología Médica del Hospital del Mar de Barcelona, ha valorado que el estudio describe los mecanismos causantes de ese resurgir tumoral en el cáncer de mama y que pueden ser contrarrestados farmacológicamente a nivel experimental.
Albanell ha incidido en que la traducción clínica de este descubrimiento es aún un interrogante, y ha corroborado que la metodología que han seguido los investigadores es adecuada, «pero limitada a modelos preclínicos por lo que su traducción a la clínica está por determinar».
También en declaraciones recogidas por el SMC, Javier Cortés director del Centro Internacional de Cáncer de Mama de Barcelona e investigador clínico senior del programa de investigación en cáncer de mama del Instituto de Oncología Vall d'Hebron, ha observado que el cáncer «es un todo» y puede haber una interacción negativa con una parte y positiva con otra y el balance final absoluto resultar positivo.
Cortés ha recordado que hay estudios que han comparado las ventajas e inconvenientes de dar o no dar taxanos (un tipo de quimioterapia) «y los beneficios a favor de darlos son clarísimos».