La sobrecarga de los sanitarios hace que tengan más posibilidades de suicidarse que el resto de la población

En un mundo caracterizado por la constante presión y demandas, la salud mental se ha convertido en una prioridad clave. Contar con una buena salud mental es esencial para poder mantener una vida plena y productiva. Sin embargo, no es fácil para los trabajadores sanitarios. Hospitales saturados, jornadas infinitas de más de 24 horas, una pandemia eterna sin materiales suficientes… están sobresaturados.

Así lo ha explicado el doctor Perry Wilson, de la Facultad de Medicina de Yale, quien ha asegurado en el portal de noticias sobre medicina Medscape que los médicos tienen más posibilidades de suicidarse que el resto de la población. Esta situación se agravó después de la covid, cuando sus vidas comenzaron a estar dominadas por algo externo a ellos.

Han pasado dos años desde que la situación sanitaria en el mundo comenzó a mejorar, las muertes de la población por el coronavirus disminuyeron y las tasas comenzaron a bajar. Sin embargo, esto no fue igual para los sanitarios que corren, cada vez más, un riesgo sustancial de suicidio.

A pesar de esto, la investigación publicada en la revista científica JAMA, los análisis a lo largo de los años han demostrado que «hay razones» para que esta situación de suicidios pueda no deberse exclusivamente al estrés relacionado con la covid desde finales de 2019. Si no que también podría tener que ver, por ejemplo, con los asuntos familiares, entre otros.

No todos tienen el mismo porcentaje

En este estudio, los médicos tienen tasas de muerte por suicidio similares a las de la población general. Las enfermeras tienen tasas más altas, pero los trabajadores de apoyo a la atención médica (auxiliares de enfermería, asistentes de atención médica domiciliaria) tienen tasas que casi duplican las de la población general.

Sólo los trabajadores de salud social y conductual gozan de tasas más bajas que las de la población general, tal vez porque saben cómo acceder a recursos que salvan vidas.

Por supuesto, estos grupos difieren en muchos aspectos: educación e ingresos, por ejemplo. Pero incluso después de ajustar por estos factores, así como por sexo, raza y estado civil, los resultados persisten. El único grupo que incluso muestra una tendencia hacia tasas de suicidio más bajas son los trabajadores de salud social y conductual, ha apuntado el experto.

Consejos para cuidar la salud mental

La situación que viven los sanitarios es un gran problema, pero también lo es la que vive el resto de la población. Para tratar de frenar esto, y con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, una compañía de salud y vida, ha recopilado una serie de consejos para cuidar de tu bienestar.

Los profesionales de la empresa aseguran que es recomendable priorizar el autocuidado. Esto ayudará a mantener un equilibrio mental saludable. Para ello, es muy importante dedicar tiempo a actividades que te relajen y te hagan sentir bien contigo mismo. Por ejemplo, la meditación que ayuda a relajar el cuerpo y la mente.

También es recomendable fijar los objetivos y determina qué es prioritario y qué puede esperar. Intentar cumplir con expectativas poco realistas puede hacerte sentir sobrepasado. Por ello, aprender a establecer metas alcanzables y límites en tus actividades diarias contribuye considerablemente al cuidado de tu salud mental.

Por otro lado, socializar y hablar con las personas más cercanas como amigos y familiares ayuda a mejorar el bienestar personal, al recibir apoyo emocional y ayuda práctica. Para ello, es determinante compartir las preocupaciones y sentimientos con alguien de confianza y busca ayuda profesional si sientes que necesitas orientación adicional. Solicitar ayuda a profesionales de la salud mental puede ayudar a encontrar las herramientas necesarias para sentirte mejor.

Aunque parezca una leyenda, descansar correctamente es esencial tanto para la salud tanto física como mental. La falta de sueño puede impactar negativamente en el rendimiento, influyendo en la capacidad de pensar con claridad y en la toma de decisiones. Por eso, es importante tratar de mantener una rutina a la hora de irse a dormir, acostarse y levantarse a la misma hora y dormir un mínimo de ocho horas.

Por último, es imprescindible encontrar tiempo para el disfrute, ya sea practicando un hobby, explorando nuevas actividades o pasando tiempo con personas que te hagan sentir feliz.