Los pesticidas antimosquitos son 10 veces más efectivos cuando se combinan con pequeñas cantidades de jabón
Estos seres portadores de la malaria muestran una resistencia cada vez mayor a los insecticidas actuales
Una nueva investigación ha demostrado que los pesticidas son 10 veces más efectivos cuando se combinan con pequeñas cantidades de jabón, como posible arma en la larga batalla contra la malaria, según publican en la revista PLOS Neglected Tropical Diseases.
El descubrimiento es una noticia prometedora, ya que los mosquitos portadores de la malaria muestran una resistencia cada vez mayor a los insecticidas actuales, afirma el doctor Colince Kamdem, autor principal del estudio y profesor adjunto del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Texas (UTEP), en Estados Unidos.
«En las dos últimas décadas, los mosquitos se han hecho muy resistentes a la mayoría de los insecticidas –señala Kamdem–. Ahora es una carrera por desarrollar compuestos alternativos con nuevos modos de acción». Tanto las pruebas de laboratorio como los ensayos de campo han demostrado que los neonicotinoides, una clase especial de insecticida, son una alternativa prometedora para atacar a las poblaciones que muestran resistencia a los insecticidas existentes, apunta la profesora asistente de investigación de la UTEP Caroline Fouet, segunda autora del estudio.
Sin embargo, los neonicotinoides no matan a algunas especies de mosquitos a menos que se aumente su potencia. En este caso, según Fouet, el jabón es la sustancia potenciadora.
El paludismo es una enfermedad devastadora transmitida por mosquitos, frecuente en el África subsahariana, Asia y América Latina, que causa fiebre, fatiga, dolores de cabeza y escalofríos; la enfermedad puede ser mortal. Se calcula que en 2020 se produjeron 241 millones de casos de paludismo en todo el mundo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, que causaron 627.000 muertes.
Antes de incorporarse a la UTEP, Kamdem trabajó en el Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas (CRID) de Camerún; fue allí donde descubrió por primera vez la potencia del jabón mientras realizaba pruebas rutinarias de insecticidas.
Los protocolos actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para comprobar la susceptibilidad de los mosquitos a algunos insecticidas recomiendan añadir un producto a base de aceite de semillas a los brebajes insecticidas. Kamdem observó que cuando se añadía el compuesto, la mortalidad de los mosquitos aumentaba con respecto a cuando el insecticida se utilizaba solo.
«Ese compuesto pertenece a la misma clase de sustancias que el jabón de cocina –explica Kamdem–. Pensamos: '¿Por qué no probamos productos que tengan las mismas propiedades?». Él y su equipo seleccionaron tres jabones de bajo coste a base de aceite de linaza que abundan en el África subsahariana –Maître Savon de Marseille, Carolin Savon Noir y La Perdrix Savon– y los añadieron a cuatro neonicotinoides diferentes, acetamiprid, clotianidina, imidacloprid y tiametoxam.
La corazonada dio resultado, ya que en todos los casos, los insecticidas aumentaron drásticamente la potencia, escribió el equipo en el estudio. «Las tres marcas de jabón aumentan la mortalidad del 30 % al 100 % en comparación con cuando los insecticidas se utilizaban solos», afirma Ashu Fred, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad camerunesa de Yaundé 1.
El equipo también probó la adición de jabón a una clase de insecticidas conocidos como piretroides. En esos casos, sin embargo, no observaron ningún beneficio. Los investigadores esperan realizar más pruebas para determinar con exactitud la cantidad de jabón necesaria para potenciar los insecticidas.
«Nos encantaría fabricar una formulación de jabón-insecticida que pudiera utilizarse en interiores en África y fuera saludable para los usuarios, afirma Kamdem. Hay incógnitas sobre si una formulación así se adherirá a materiales como las mosquiteras, pero el reto es prometedor y muy emocionante».