Despega de Londres el primer vuelo transatlántico con combustibles sostenibles
El vuelo en cuestión fue operado con motores Rolls-Royce alimentados exclusivamente por combustibles sostenibles producidos a partir de aceites usados, residuos de madera o algas
En un hito para la industria aérea, la compañía aérea británica Virgin Atlantic llevó a cabo con éxito el martes el primer vuelo transatlántico propulsado íntegramente por combustibles sostenibles. El avión, un Boeing-787 equipado con motores Rolls-Royce, despegó del aeropuerto londinense de Heathrow y tenía programado aterrizar en el JFK de Nueva York.
Este vuelo fue destacado como el primero en ser «propulsado al 100 % con combustibles sostenibles en ambos motores por parte de una aerolínea comercial en una ruta de largo alcance», según un comunicado de Virgin Atlantic. El fundador de la compañía, el multimillonario británico Richard Branson, expresó su orgullo por estar a bordo junto a los equipos que trabajaron en la iniciativa.
No obstante, a pesar de la naturaleza pionera de la operación, las organizaciones ecologistas no tardaron en expresar escepticismo. Calificaron la iniciativa de «lavado de imagen verde» o «greenwashing», argumentando que la atención mediática generada por este vuelo podría ser una distracción frente a los desafíos más amplios de la aviación sostenible.
La asociación ecologista Stay Grounded destacó que el vuelo se llevó a cabo dos días antes del inicio de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP28 en Dubái, sugiriendo un posible intento de capitalizar la atención global en torno a la sostenibilidad. Además, señalaron que aunque los combustibles sostenibles son prometedores, la mayoría de los vuelos diarios aún dependen de combustibles fósiles.
El desarrollo del proyecto
El vuelo en cuestión fue operado con motores Rolls-Royce alimentados exclusivamente por combustibles sostenibles producidos a partir de aceites usados, residuos de madera o algas. El proyecto, respaldado por el Gobierno británico con hasta un millón de libras, fue liderado por Virgin Atlantic en colaboración con la Universidad de Sheffield, Boeing, Rolls-Royce y BP. Aunque la iniciativa marca un paso significativo hacia la descarbonización de la aviación, las críticas resaltan la necesidad de un enfoque más amplio y sostenible en el sector.