Medio ambiente
El debate sobre el vertido de pélets ilustra de nuevo en Estrasburgo la clara división política española
Socialistas y populares se han echado la culpa unos a otros de la gestión ambiental mientras la UE promete cambios legislativos
En apenas tres meses, Estrasburgo ha sido testigo de la clara tensión política que vive España por la deriva del Gobierno y sus socios. En este ocasión ha sido durante el debate en la Eurocámara sobre el vertido de pélets que afecta a las costas de tres países europeos.
Varios eurodiputados españoles han urgido a la Unión Europea a fortalecer la normativa comunitaria para evitar vertidos de este material, refiriéndose al incidente del buque «Toconao» del pasado 8 de diciembre, cuando esa embarcación, con bandera de Liberia y armador alemán perdió 26.250 kilos de este material frente a las costas portuguesas, una marea de plástico que ha ido llegando a las costas españolas del noroeste peninsular. El vertido ha afectado al litoral del norte de España, así como a Francia y Portugal.
Durante el debate en el Parlamento Europeo sobre este incidente, los eurodiputados socialistas y verdes han mencionado la catástrofe del Prestige en 2002, un hecho que siguen explotando para atacar al Partido Popular. En este caso, no han perdido la oportunidad de culpar a la Xunta aprovechando las próximas elecciones gallegas.
Han solicitado una legislación europea «reforzada» y «ambiciosa» que establezca medidas adicionales de control y prevención para el transporte marítimo de pélets de plástico. Durante el debate, el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, se ha mostrado favorable a considerar cambios legislativos que aseguren un embalaje de calidad y un almacenamiento seguro a bordo de los buques que transportan estos materiales.
El comisario ha instado a los Estados miembros a colaborar en la Organización Marítima Internacional (OMI) para llegar a una rápida solución de este tema. Mientras, los adversarios del Partido Popular en Galicia aprovecharon para hurgar en la llaga.
Por ejemplo, la eurodiputada del BNG Ana Miranda ha denunciado lo que considera la «inacción de la Xunta», quien también ha señalado la similitud con la gestión durante el desastre del Prestige. El socialista Nicolás González se ha sumado a las críticas por la gestión del gobierno regional gallego, acusándolo de «incompetente», además de mentir y ocultar información.
En defensa de la gestión de la Xunta ha salido la popular Dolors Montserrat, portavoz de la delegación europea del PP, quien ha acusado a la izquierda de oportunismo político, instándola a abandonar la mentira. «¿Señores de la izquierda, tan nerviosos están por cosechar otra derrota electoral?», lanzó la eurodiputada, quien agregó que la izquierda pretende «ganar de manera miserable en esta crisis lo que ha sido imposible ganar desde la oposición».
«Nos preocupa, y mucho, que el gobierno de España haya hecho dejación de sus obligaciones y responsabilidades», lamentó Gabriel Mato, enfatizando que «a la izquierda y a los nacionalistas solo les preocupa tratar de desprestigiar al gobierno de Galicia». Además, advirtió que «a la izquierda y los nacionalistas no les preocupa el daño que su campaña contra la Xunta pueda causar a los pescadores y a los consumidores gallegos».
Por su parte, el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé ha calificado el debate como un «espectáculo bochornoso», acusando a los socialistas de jugar con un desastre ambiental mientras el PP «azuza el protoseparatismo» en Galicia.