El mundo se queda sin población: «Las tasas de fertilidad continuarán en declive»

Los países de todo el mundo cada vez fracasan más en la natalidad. Según un estudio publicado este jueves que augura una agravación del fenómeno en todos los territorios, la fertilidad es insuficiente para mantener la población. Así, el número de fallecimientos cada vez se acerca más al de partos. Según varias estimaciones de la ONU, en 2080 morirá más gente que nacerá.

«La fertilidad está en declive en el mundo», resume el trabajo publicado en la revista científica The Lancet, que observa que más de la mitad de los países presentan una tasa de fertilidad demasiado baja para mantener su nivel de población. Así, asegura que en el futuro las tasas de fertilidad «continuarán en declive en el mundo».

El estudio, que se basa en cifras del Global Burden or Disease, un programa financiado por la fundación estadounidense Bill & Melinda Gates, busca reunir datos de salud de la mayoría de países. Para ello, los investigadores implicados han intentado calcular la evolución de las tasas de fertilidad en función de numerosas variables, como los niveles educativos o la mortalidad infantil.

Según estas estimaciones, para 2050 tres de cada cuatro países tendrán una tasa de fertilidad insuficiente para garantizar el reemplazo demográfico. Y antes de final de siglo, la mayoría de estos territorios se enfrentarán a este problema. Sin embargo, los más perjudicados, según la ONU, serán los países de la Unión Europea, ya que la tasa de fecundidad de estas zonas está muy por debajo de la necesaria para garantizar el reemplazo de la población a largo plazo. La media es de 2,1 niños por mujer.

Asimismo, los investigadores prevén que la población de países con menos ingresos continuará aumentando durante largo tiempo, especialmente en África subsahariana, y que bajará en los países desarrollados. Este desequilibrio puede tener «consecuencias considerables en los planos económico y social», alertan.

Ser madre después de los 40 años

Muchas familias deciden ser padres cuando por fin se ha estabilizado su economía. Esto lleva a retrasar cada vez más la edad de dar a luz al primer hijo y, por ende, la fertilidad de las mujeres. En España esto cada vez es más común, ya que ser madre después de los 40 años es una tendencia en nuestro país que duplica la media europea.

Al hilo, en los últimos años se observa que la disminución de partos se ha visto relacionado con un claro retraso en la edad de concepción. Así, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de mujeres de 25 a 40 años (que fue el mayor grupo con un 83,5 % de los nacimientos) se redujo un 2,3 % en 2022, pasando de 4,72 millones a 4,63 millones. De este total, 34.554 partos fueron de madres mayores de 39 años.

En este sentido, y en comparación con el resto de países de la UE, España tiene una de las edades medias de maternidad más bajas, con 32,6 años. Solo le supera Irlanda con una media de 32,7.