50.000 personas claman a favor de la vida en Varsovia y contra las medidas para despenalizar el aborto

Cerca de 50.000 personas, según los organizadores, se echaron a las calles de Varsovia este domingo con motivo de la Marcha Nacional por la Vida, una manifestación centrada en la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y desarrollada bajo el lema «¡Viva Polonia!» que tuvo lugar tras la votación, el viernes, de cuatro propuestas para despenalizar el aborto en el Parlamento nacional.

Auspiciada por la Conferencia Episcopal de Polonia, además del evento principal tuvieron lugar también actividades complementarias como misas en catedrales importantes y una campaña, llamada «Pañal para el pequeño», para ofrecer apoyo a madres y niños necesitados.

Durante la marcha en sí fueron varias las personas que tomaron la palabra para emitir alegatos a favor de la vida, entre ellos el de una madre de siete hijos que proyectó a los asistentes el latido del corazón de su bebé no nacido.

Uno de los oradores más destacados fue Marek Jurek, expresidente del Parlamento polaco entre 2005 y 2007, que criticó la interpretación del aborto como una forma de libertad y lo calificó, por el contrario, como una ideología de discriminación y exclusión que atenta contra la protección de la vida como derecho fundamental.

Jurek se refirió en concreto al caso de Francia, donde a comienzos de marzo se blindó el «derecho» al aborto al incluirse en su Constitución. Lo que se ha legalizado allí, dijo el político, no era la libertad, sino el asesinato, y advirtió del peligro de que las legislaciones similares en otros países pueden influir negativamente en la percepción de las normativas.

Por ello, pidió a los representantes políticos y al presidente polaco que defiendan activamente la protección de la vida, no solo a nivel nacional sino también en foros internacionales, al tiempo que reafirmó el compromiso de Polonia con los valores pro-vida.

Contra el aborto en Auschwitz

Durante el acto se recordó también la figura de luchadores históricos en este ámbito como Stanisława Leszczyńska, una matrona que desafió las órdenes de aborto en el campo de exterminio de Auschwitz, razón por la que se pidió su beatificación. Los organizadores de la Marcha, la Fundación San Benito y la Coalición por la Vida y la Familia, hicieron por su parte un llamamiento a la unidad en futuros debates sobre la protección de la vida, el matrimonio y la familia y plantearon incluso la posibilidad de celebrarse un referéndum sobre estos temas.

Al evento viajaron vecinos de ciudades cercanas como Gdańsk y Cracovia, y el arzobispo Tadeusz Wojda identificó por su parte la marcha como una manifestación de respeto hacia la vida concebida y un reconocimiento al esfuerzo de la paternidad.

En la marcha, que fue transmitida por Radio María en Polonia, EWTN Polska (Polonia), TV mn y W Realu 24, entre otros, se pudieron leer mensajes como «Matar o no matar, esa es la elección», «Elijo la vida», «Juntos por la vida» o «Ámalos a los dos»