Diez verdades sobre el aborto para niños y adultos que muestran por qué esta práctica atenta contra la vida
El Observatorio de Bioética del Instituto Ciencias de la Vida ha considerado que esta norma atenta «contra la vida, la salud y la dignidad de las personas»
Según demuestran los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, los abortos fueron la primera causa de muerte en todo el mundo en 2022. La lucha por la vida sigue siendo un reto para aquellos que apuestan por ella. Sin embargo, cada vez hay más obstáculos. El último ha sido por parte del TC, ya que el pasado martes avaló la reforma que permite que las menores de 16 y 17 años maten a sus hijos sin el permiso de sus padres. A pesar de esto,
Tras la reciente publicación de la sentencia de la «Ley montero», diferentes médicos y asociaciones se han posicionado en contra. La última en hablar ha sido el Observatorio de Bioética del Instituto Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir», quien ha considerado que esta norma atenta «contra la vida, la salud y la dignidad de las personas».
Para explicar al mundo las profundas injusticias que ahonda esta ley, el doctor Julio Tudela, miembro del Instituto Ciencias de la Vida, ha creado diez sencillos puntos para adultos y niños que explican las razones por las cuales se trata de una ley injusta.
En primer lugar, el experto anota que el aborto provocado consiste en terminar deliberadamente «con la vida de un ser humano inocente en sus primeras etapas de desarrollo». Desde el momento de la concepción comienza la vida humana. Esto es una realidad que no se puede negar. Por ello, ha asegurado que a día de hoy no existen dudas de que el embrión es «un individuo de la especie humana desde su etapa de cigoto». Tampoco existen dudas de que provocar intencionadamente la muerte de un ser humano «es matar».
Asimismo, ha aseverado que esta práctica no solo siega la vida del embrión, sino que afecta «a la mujer que aborta». Según diversos estudios, la mamá experimenta trastornos mentales como ansiedad, depresión, alcoholismo, son algunos de ellos. Y es que continuar con el embarazo en adolescentes es un factor protector que reduce «el riesgo de suicidio en un 50 % y la muerte por otras causas en un 40 %». Además, ha comunicado, las mujeres que se han sometido a un aborto provocado el riesgo de mortalidad es «un 170 % mayor respecto de las que han dado a luz a un hijo vivo».
No existen circunstancias que legitimen un aborto porque «matar siempre es matar»
Al hilo, Tudela ha argumentado que el aborto no contribuye «a la salud sexual ni reproductiva», ya que es lesivo «para todos los implicados». Así, ha apuntado que hablar del aborto como promotor de salud es «ignorar la evidencia científica» y constituye «una manipulación del lenguaje que pretende confundir». Por lo tanto, atenta «contra la libertad de la mujer que debe tomar una decisión».
El aborto no es un derecho
Como cuarto punto, el experto ha reconocido que ocultar o no suministrar información sobre los graves problemas de abortar también atenta «contra la libertad de la mujer», a la que se le impide tomar «decisiones autónomas debidamente informadas». Irene Montero, en su «ley para Mujeres», ordenó eliminar el periodo de reflexión y la apostó por no obligar a dar información sobre el dolor y daño que provocan estas controvertidas decisiones. También ha informado de que estos infanticidios no son «un derecho». En cambio, sí lo es «el derecho a la vida, al que se contrapone».
De igual modo, ha explicado el doctor que no existen circunstancias que legitimen un aborto porque «matar siempre es matar». Y ha afirmado que ni el peor de los crímenes contra una mujer, como es la violación, «justifican, provocar la muerte de un inocente».
Además, ha asegurado que el aborto es «lesivo para la sociedad que lo fomenta», puesto que contribuye «al grave déficit de natalidad» que afecta «a las sociedades desarrolladas, que se dirigen hacia un invierno demográfico». Y es que, como decía el pediatra Jérôme Lejeune, ha recordado Tudela, «la calidad de una civilización se mide por la forma en que trata a sus miembros más débiles».
Las cifras –cada vez más altas que publica el Ministerio de Sanidad sobre el aborto son escandalosas. Sin embargo, nunca tendremos un dato real, ya que no todos se contabilizan. Así, ha afirmado que las técnicas de reproducción asistida provocan «más muertes de embriones humanos por descarte que el propio aborto provocado».
Por último, ha manifestado que facilitar el acceso al aborto a las mujeres que experimentan un embarazo no deseado sin más alternativas es «privarles de la ayuda que les permitiría proseguir con su embarazo».