El capitán del 'Bayesian', investigado por el naufragio en el que murieron siete personas
El capitán del 'Bayesian', el neozelandés James Cutfield, está siendo investigado por el naufragio del velero frente a las costas de Porticello, en Sicilia, y en el que murieron siete personas, entre ellos el magnate británico Mike Lynch y el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, informaron los medios italianos.
Los medios señalan que tras un nuevo interrogatorio este domingo se comunicó al capitán que está siendo investigado y se le invitó a elegir domicilio en Italia y a designar un abogado.
El fiscal italiano Ambrogio Cartosio, que investiga el naufragio, afirmó en una rueda de prensa que «no excluye ninguna hipótesis detrás de la tragedia» y que ve «fundamental» recuperar el yate del mar para esclarecerlo todo.
El 'Bayesian' se hundió la noche del pasado lunes ante las costas del pueblo siciliano de Porticello en medio de una fuerte tempestad y en el naufragio murieron siete de sus 22 ocupantes, entre ellos el cocinero de la nave, el canadiense Recaldo Thomas; la hija de Lynch, Hannah, de 18 años; su abogado Chris Morvillo y su esposa Neda y el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su mujer Judy.
Los siguientes dos días se concentraron en su búsqueda, con un complicado dispositivo que implicó 123 inmersiones de los bomberos en el interior del velero, a 50 metros de profundidad.
La búsqueda finalmente concluyó con el hallazgo de los seis cadáveres dentro del barco, en las estancias del lado izquierdo, probablemente porque, al hundirse de popa y quedar en el fondo acostado del lado derecho, fue la última parte con oxígeno.
El fiscal Cartosio confirmó que su investigación plantea los delitos de naufragio culposo y homicidio culposo múltiple.
Asimismo, explicó que la tripulación no está obligada por ley a permanecer en Sicilia pero expresó sus deseos de que no se vayan, reconociendo que por ahora han sido «muy colaboradores».
Sobre el futuro reflote del velero, el comandante de la Guardia Costera de Palermo, Raffaele Macauda, defendió que no se puede predecir cuándo se producirá y podría conllevar meses, dado que la nave se encuentra a 50 metros de profundidad.