China pone fin a las adopciones internacionales

China ha anunciado que dejará de permitir la adopción de niños por parte de extranjeros, según informó este pasado jueves un portavoz oficial. La única excepción a esta nueva normativa será para los familiares consanguíneos que deseen adoptar a un niño o a un hijastro, explicó Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. Ning no detalló las razones específicas detrás de la decisión, pero señaló que está en línea con los principios de las convenciones internacionales pertinentes.

Durante décadas, muchos extranjeros han adoptado niños chinos, viajando al país para recogerlos y llevándolos a sus hogares en el extranjero. Sin embargo, las adopciones internacionales ya habían sido suspendidas por China durante la pandemia de la covid-19.

Después de esa suspensión, el gobierno permitió la reanudación de adopciones únicamente para los casos que ya contaban con autorización previa a la interrupción en 2020, según informó el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su informe anual sobre adopciones.

En cuanto a otros países, en enero de este año, la agencia danesa de adopciones internacionales anunció que reduciría sus operaciones debido a preocupaciones sobre la falsificación de documentos. Asimismo, en Noruega, la principal entidad reguladora recomendó detener las adopciones internacionales por un período de dos años mientras se investigaban varios casos sospechosos.

Esta medida de China marca un cambio significativo en una práctica que había permitido a muchas familias extranjeras adoptar niños chinos, pero parece alinearse con un enfoque más cauteloso en la regulación de adopciones internacionales.

De un tiempo a esta parte las adopciones internacionales han descendido notablemente en España: en 2023, tan solo 153 niños de otros países encontraron una familia en España. Antes de la pandemia habían sido 375 los adoptados internacionalmente. En contraste, hace una década eran 1.200 y el último año del siglo XX fueron más de 3.000.