La 'Revolución creativa': crece la demanda en plataformas digitales de formación y el perfil deja de ser técnico

El 13 de septiembre (excepto en los años bisiestos como este 2024, que se adelanta al día 12) se celebra en todo el mundo el Día del Programador desde 2009.

La idea surge a raíz de un joven ruso que trabajaba en una empresa de diseño web, Valentin Balt. Eligió esta fecha debido a que el número 256 es la cantidad máxima de número que se pueden representar con 8 bits y, además, es la potencia máxima de 2 que se puede expresar dentro de un límite de 365 (el 13 de septiembre es el día 256 del año. 12 de septiembre en los bisiestos).

El porcentaje de graduados en TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) en España supera la media de la Unión Europea (5,2% frente al 4,5%).

Fran Fernández, quien ha desarrollado proyectos digitales sobre inteligencia de marca, dirección creativa, procesos de diseño y desarrollo web para marcas como Cruz Roja, Roche, Iberia, Santander, Leroy Merlin y experto de la escuela tecnológica NEOLAND (pionera Data Science & Analytics en formato Bootcamp) define las necesidades actuales del mercado:

«La demanda en plataformas digitales de formación ha crecido en un 200 % desde 2015. En nuestra propia escuela, Neoland, en los últimos 5 años la demanda de formación en Desarrollo Web se ha incrementado un 60 %. Ya hemos tenido 55 ediciones de este Bootcamp», sostiene.

Se calcula que en España hay unos 300.000 programadores, profesionales altamente demandados. Tanto que solo 1 de cada 10 termina un grado de informática completo, ya que la mayoría son contratados antes.

Sin embargo, el perfil ha variado. Uno de los grandes cambios en el mundo de la programación actual es el cambio en los perfiles de los programadores. Vivimos «la revolución creativa». Ya no se busca tanto el programador old school, científico, absolutamente técnico. Ahora se busca además una mente creativa, alguien que no se ciña a un lenguaje de programación, alguien que pueda ver más allá de las soluciones. Alguien que piense más allá de la «caja», que se le ocurran nuevas formas e incluso que cree de cero nuevos productos o infraestructuras como los que vemos en todo lo que llamamos «el internet de las cosas»: redes sociales, servicios de mensajería, de encriptación… Todo responde a mentes creativas que han pensado más allá de la tecnología que teníamos.

«Incluso a la hora de formarte, de aprender a programar, - continúa Fernández- ya no cuenta tanto especializarte en un determinado lenguaje sino el aprender a documentarte sobre cualquier otro lenguaje. Actualmente el entorno de la programación profesional es muy cambiante. Ahora lo más importante es la capacidad de adaptarse a esos cambios y no sólo conocer la tecnología. La revolución creativa: no buscamos tanto técnicos sino directores creativos de Programación».

¿Sustituirá la IA a los programadores?

En palabras del experto de NEOLAND la sustitución de los programadores por Inteligencia Artificial no es posible: «La propia naturaleza de la Inteligencia Artificial es la del programador. La IA está programada».

Los LLM actuales (Large Language Model, Modelo de Lenguaje Grande, como por ejemplo el ChatGPT) tienen casi todos una misma base de programación: PYTHON. Eso provoca que ahora se necesiten más programadores para crear nuevas aplicaciones que aprovechen las capacidades de la Inteligencia Artificial.

«Es cierto que con la IA un solo programador puede hacer lo que antes tenían que hacer, por ejemplo, cinco programadores, pero eso permitirá ahora hacer proyectos mucho más grandes y complejos, en absoluto va a desaparecer el programador sino que éste va a aumentar considerablemente su capacidad productiva», defiende Fernández.