Existen ocho tipos de duelo y saber diferenciarlos ayuda afrontarlos
Los expertos aseguran que el apoyo profesional puede ser valioso para afrontar el proceso y desarrollar las herramientas necesarias para adaptarse y sanar
El duelo es un proceso que comienza cuando enfrentamos la pérdida de un ser querido y tratamos de adaptarnos a una realidad sin esa persona. Identificar los distintos tipos de duelo puede ayudarnos a comprender mejor nuestras emociones o apoyar a quienes están en este proceso.
María José Aldunate, a cargo del Servicio de Atención al Duelo de DKV, explica que conocer estos tipos facilita el proceso de aceptación y recuperación, tanto en quienes atraviesan la pérdida como en quienes desean acompañarlos.
Existen 8 tipos principales de duelo:
-Duelo anticipado: Este tipo se inicia antes de la pérdida y es común cuando un ser querido padece una enfermedad grave sin esperanzas de recuperación. La mente comienza a prepararse para la pérdida, generando una mezcla de tristeza y, a veces, una sensación de paz tras el fallecimiento, lo que puede desencadenar sentimientos de culpa.
-Duelo congelado: Aquí, la persona se queda atrapada en una etapa del proceso, como la rabia o la tristeza profunda, que persiste con la misma intensidad durante años. Reconocer este duelo es esencial para buscar ayuda, ya que prolongarlo puede afectar profundamente la vida y las relaciones del doliente.
-Duelo crónico o patológico: Este duelo se caracteriza por una tristeza constante y una dificultad para dejar atrás la pérdida. La persona habla continuamente del ser querido y todo le recuerda a él o ella, impidiendo que la herida sane. Este tipo de duelo afecta tanto a quien lo padece como a sus familiares, y generalmente requiere apoyo profesional para manejar la tristeza y lograr una adaptación progresiva.
-Duelo ausente: En este caso, la persona actúa como si la pérdida no hubiese ocurrido, negando la realidad como una forma de protección emocional. Aunque puede parecer útil en el corto plazo, este tipo de negación impide el avance del duelo y puede tener efectos emocionales y físicos a largo plazo.
-Duelo retardado: Este tipo de duelo aparece cuando alguien pospone su propio proceso de duelo por cuidar de los demás. Ignorar los propios sentimientos puede generar explosiones emocionales y problemas físicos inesperados. Reconocer esta necesidad de duelo propio es fundamental, y buscar apoyo es tan importante como cuidar de los demás.
-Duelo enmascarado: Las personas que tienen dificultad para expresar sus sentimientos suelen padecer este tipo de duelo, que se manifiesta como síntomas físicos, como dolores de cabeza, problemas digestivos o fatiga. Estos síntomas son una forma de expresión del dolor no verbalizado, y hablar sobre los sentimientos puede ser una vía para aliviar las molestias físicas.
-Duelo desautorizado: Este tipo de duelo surge cuando alguien se siente juzgado por no superar la pérdida al mismo ritmo que otros, o cuando la pérdida involucra a alguien con quien no se tenía un vínculo aprobado socialmente. Esto puede generar sentimientos de culpa y aislamiento. Es crucial recordar que cada duelo es único y no hay una forma «correcta» de vivirlo.
-Duelo distorsionado: Este duelo se presenta como una reacción desproporcionada ante una pérdida reciente, ya que activa un dolor no resuelto de una pérdida previa. La intensidad emocional no corresponde con la naturaleza de la pérdida actual, y suele ocurrir cuando un duelo previo no ha sido procesado adecuadamente. Reconocer este tipo de conexión emocional puede ayudar a entender por qué la pérdida reciente resulta tan dolorosa.
Reconocer estos tipos de duelo y entender las emociones asociadas nos ayuda a transitar la pérdida de manera más saludable. Es importante recordar que el apoyo profesional puede ser valioso para afrontar el proceso y desarrollar las herramientas necesarias para adaptarse y sanar.