Purgar un radiador
Sociedad
Esto es lo que debes hacer en tus radiadores antes de encender la calefacción
Purgar tus radiadores antes del invierno mejora su eficiencia y ahorra dinero en calefacción
Con el frío cada vez más presente, muchos ya están preparando sus hogares para hacer frente al invierno. Y una de las primeras tareas esenciales para ello es asegurarse de que los radiadores estén en perfecto estado antes de encender la calefacción. Si notas que tu sistema no calienta como debería, puede que necesite un mantenimiento sencillo pero crucial: purgar los radiadores.
¿Por qué es importante purgar los radiadores?
La purgación de radiadores consiste en liberar el aire acumulado en su interior, lo que permite que el agua caliente circule correctamente. Este proceso mejora el rendimiento del sistema de calefacción y puede tener un impacto significativo tanto en tu confort de tu hogar como en tus facturas.
Cuando hay aire atrapado en el sistema se forman burbujas que bloquean el flujo de agua caliente, reduciendo la eficiencia del radiador. Esto provoca puntos fríos en su superficie, haciendo que la habitación no alcance la temperatura deseada. Además, un sistema que no funciona correctamente consume más energía, lo que se traduce en facturas más altas y un desgaste prematuro de la caldera.
¿Cómo saber si tus radiadores necesitan purgación?
Hay tres señales principales que indican que es necesario purgar tus radiadores:
- Zonas frías: si la parte superior del radiador está fría, mientas que la inferior está caliente, probablemente haya aire acumulado.
- Ruidos extraños: sonidos como burbujeos o gorgoteos son claros indicadores de aire en el sistema.
- Calefacción insuficiente: si tu hogar no alcanza la temperatura deseada, el problema puede estar en los radiadores.
Cómo purgar tus radiadores paso a paso
Cualquier persona puede realizar este mantenimiento sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
- Apaga la calefacción: asegúrate de que el sistema esté apagado y los radiadores fríos para evitar quemaduras.
- Localiza el purgador: es una pequeña válvula en la parte superior de radiador.
- Prepárate para el agua: coloca un recipiente debajo del purgador para recoger el agua que pueda salir.
- Abre el purgador: usa una llave especial o un destornillador plano para girarlos lentamente. Escucharás un sonido de aire escapando.
- Cierra el purgador: cuando empiece a salir agua de manera continua, cierra la válvula girándola en sentido contrario.
- Comprueba la caldera: después de purgar todos los radiadores, revisa que la presión de la caldera esté entre 1 y 2 bares, ajustándola si es necesario.
- Enciende la calefacción: verifica que los radiadores calientan correctamente.
El impacto de no purgar los radiadores
No realizar este mantenimiento puede incrementar el consumo energético hasta el 15 %. En términos económicos, esto podría traducirse en un gasto adicional de entre 100 y 150 euros al año para una vivienda promedio con calefacción central. Además, el desgaste acelerado del sistema podría generar reparaciones costosas que se habrían evitado con este sencillo procedimiento.
