Los perros deben de tener «al menos» 15 minutos de juego al día
Los expertos creen que el juego ejerce un papel clave en la evolución del animal, no solo en el caso de cachorros, sino también en los adultos
El juego es una actividad esencial en la vida de los perros, con impactos positivos en su bienestar físico, mental y emocional. Mediante el juego, los perros liberan energía, desarrollan habilidades cognitivas y fortalecen el vínculo con sus cuidadores humanos. Por esta razón, Kiwoko, especialista en el cuidado de animales, destaca la relevancia de dedicar tiempo de calidad al juego, utilizando juguetes adecuados según las características específicas del perro: edad, tamaño, raza y condición física.
«Aunque depende de cada animal, de su estado físico y salud, podemos decir que todo perro necesita un mínimo de ejercicio diario. Este se establece entre 15 y 30 minutos de juego al día para perros con menor actividad, mientras que los perros jóvenes y más enérgicos pueden requerir entre una y tres horas diarias», explica Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, la red de clínicas de Kiwoko.
Diferencias según la edad del animal
Además, la elección del juguete adecuado es crucial. «Según la raza, edad o condición física, es importante elegir un tipo de juguete específico. Por ejemplo, los cachorros se benefician de juguetes blandos que alivien el dolor de la dentición, mientras que los perros adultos necesitan opciones más resistentes para satisfacer su instinto de masticación y fortalecer sus mandíbulas», agrega Ramírez.
El juego es clave para los cachorros, ya que les ayuda a aprender a interactuar con su entorno mientras desarrollan habilidades físicas y mentales. Los juguetes más recomendados para esta etapa son los suaves y seguros, como peluches en forma de pulpo o cangrejo, que son delicados con las encías y la dentición. Para cachorros más grandes y fuertes, se sugieren juguetes duraderos como dispensadores de premios, que además de entretenerlos les ofrecen un estímulo adicional al incorporar un snack en su interior.
Entre el año y los 10 años, aproximadamente, los perros adultos necesitan mantenerse activos para conservar su buena forma física. Para ellos, se recomiendan juguetes que fomenten la actividad, como aros de cuerda diseñados para ser lanzados y perseguidos. Estas opciones no solo promueven el ejercicio, sino que también refuerzan el vínculo con sus cuidadores.
En la etapa sénior, los perros suelen tener una menor actividad física, por lo que necesitan juguetes interactivos que estimulen su mente y los mantengan entretenidos durante más tiempo. Mordedores dispensadores de premios en formas como triángulos u óvalos son ideales para esta etapa, ofreciendo una mezcla de estimulación mental y diversión.
El juego también contribuye significativamente a la salud dental de los perros. Los materiales y texturas de muchos juguetes ayudan a eliminar restos de comida acumulados entre los dientes, reduciendo el riesgo de inflamación de encías, infecciones y enfermedades bucales que pueden afectar órganos como el corazón, el hígado y los riñones.