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Maria Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones OncológicasLAURA M. LOMBARDÍA / CNIO

Científicos del CNIO piden que se abra un proceso para relevar a su directora, María Blasco

La carta menciona que recientes noticias en los medios han afectado la reputación del centro, intensificando la preocupación por su futuro

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han solicitado al Gobierno, a través de una carta, que se convoque un proceso internacional para seleccionar a un nuevo director científico que reemplace a María Blasco, quien ocupa el cargo desde 2011.

La carta, publicada inicialmente por El País y obtenida también por Efe, está dirigida al secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, y a la secretaria general de Investigación, Eva Ortega-Paíno.

El documento destaca que, durante las últimas dos décadas, el CNIO ha sido líder en investigación oncológica a nivel nacional e internacional, gracias al apoyo continuo de las autoridades y al trabajo de numerosos profesionales dedicados a la investigación de excelencia. Sin embargo, según el texto, en los últimos dos años varios líderes del CNIO han expresado su preocupación por la pérdida de competitividad científica del centro, reflejada en descensos en rankings internacionales como SCImago y Nature.

«Entendemos las limitaciones presupuestarias debido a las congelaciones financieras, pero estas no explican completamente la situación actual», señalan los firmantes. También critican una falta de visión institucional que ha llevado al deterioro de infraestructuras clave, dificultades para obtener financiación competitiva y una desconexión entre el equipo directivo y el personal del CNIO.

La carta menciona que recientes noticias en los medios han afectado la reputación del centro, intensificando la preocupación por su futuro. Los firmantes concluyen que es esencial iniciar un proceso competitivo para renovar el equipo de dirección científica, solicitando al patronato del CNIO que tome medidas urgentes al respecto.

División de opiniones entre los investigadores

De los 49 investigadores principales del CNIO, aproximadamente la mitad ha firmado la carta. Algunos de los que no la apoyaron consideran injusto responsabilizar exclusivamente a Blasco, ya que creen que parte de los problemas se originan en el departamento de administración.

El CNIO enfrenta además un problema estructural debido a la existencia de dos liderazgos paralelos –gerencia y dirección científica–, con el mismo nivel jerárquico, lo que ha generado tensiones internas prolongadas, según fuentes consultadas. Estas mismas fuentes señalan que cualquier reforma debería involucrar ambos departamentos.

Reunión clave del patronato

La publicación de la carta coincide con la reunión del patronato del CNIO, prevista para revisar los resultados y planes del centro. Es probable que se aborden tanto el contenido de la misiva como el déficit de cuatro millones de euros que enfrenta la institución.

El patronato, presidido por Eva Ortega-Paíno y compuesto por representantes de varios ministerios y comunidades autónomas, tiene la responsabilidad de decidir sobre la continuidad de Blasco. Su contrato, renovado cada cinco años tras una evaluación, ha recibido hasta ahora calificaciones favorables. «Es el patronato quien debe decidir si continúo o no», afirmó Blasco recientemente, recordando que las dos últimas evaluaciones de su gestión fueron positivas.

Respuesta de Blasco

En declaraciones recientes, Blasco reconoció las críticas sobre la falta de equipamiento en el centro, pero subrayó que los recursos son insuficientes para cubrir todas las necesidades. Como ejemplo, mencionó la compra de un espectrómetro de masas por más de un millón de euros, lo que agotó el presupuesto disponible este año.

Blasco también señaló que el CNIO depende principalmente de una subvención nominativa de los Presupuestos Generales del Estado, congelada desde hace dos décadas. El déficit actual, explicó, proviene de la estabilización del personal eventual, una medida que considera positiva, pero que ha incrementado significativamente los costos operativos.