El motivo por el que India, el país más poblado del mundo, quiere que sus habitantes tengan más hijos
Tras superar a China, temen un rápido envejecimiento de la población y que los territorios con más habitantes ganen poder político y económico
El pasado año 2023 se registró un hito poblacional: China dejó de ser el país más poblado del mundo después de ser adelantado por India, que con 1.437 millones de personas –según datos de la ONU– se hizo con este título. Aunque los índices de natalidad han caído en ambas potencias asiáticas, en el caso de la India el ritmo de disminución ha sido más lento. Tras la independencia del país de Reino Unido, la población pasó de 350 millones a 1.000 millones entre 1947 y 1997.
Sin embargo, desde los años 90 se ha implementado la planificación familiar y las mujeres indias han pasado de tener una media de más de seis hijos a los dos actuales. Una política que, viendo las posibles consecuencias demográficas y económicas que podría tener, las autoridades indias quieren revertir.
Para ello, los líderes de dos estados situados al sur del país están considerando la posibilidad de ofrecer incentivos para que la población tenga más hijos. Todo ello en pos de revertir las bajas tasas de fecundidad y el rápido envejecimiento de la población. Andhra Pradesh, uno de esos territorios, ya ha eliminado la política de los dos hijos para fomentar los nacimientos, pero también por temor a que los estados del sur pierdan representación política en las próximas elecciones en favor de otras zonas que ganan población.
Aunque India carece de censo poblacional desde 2011, se estima que la tasa de natalidad, marcada por las normas nacionales, ha disminuido considerablemente en los últimos años, cayendo por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 nacimientos por mujer en 17 de los 29 estados.
Un informe del Pew Research Center señala que, según estimaciones de la ONU y en un escenario basado en tendencias históricas promedio, la población de India superará los 1.500 millones para 2030 y continuará creciendo hasta alcanzar un máximo de 1.700 millones en 2064.
Preocupación demográfica, política y económica
Mientras que los países europeos, que también miran con preocupación a su rápido envejecimiento, han tardado entre 80 y 120 años en duplicar su población envejecida, India podría llegar a este dato en tan solo 28 años.
Los territorios aquejados por esta situación son los que miran con preocupación al futuro. Su desarrollo podría lastrarse sin la población joven, y es que aunque son más prósperos, si disminuye su representación en los organismos nacionales podría conllevar un decrecimiento de sus recursos económicos. Por contra, los estados del norte ganarán escaños y, con ello, aumentarán en poder político y económico para sus regiones.
Otro factor que frena a las familias a tener hijos es la posibilidad de que el descendiente sea una niña. En India aún perdura el sistema de la dote, que obliga a los padres a pagar una cuantiosa suma al casar a sus hijas, motivo por el que las propias mujeres se consideran una carga financiera y quieren evitar que una descendiente femenina lo sea, asimismo, para ellas.
Con todo esto, la India se enfrenta a un futuro incierto al asentarse como país más populoso del mundo pero, al mismo tiempo, necesitar más nacimientos para poder garantizar su desarrollo. No obstante, el país se enfrenta ya a dificultades para suministrar recursos básicos a la ingente cantidad de personas que residen allí, como luz, agua corriente y servicios sociales.