La agencia alimentaria de Bélgica pide no comer árboles de Navidad
En los países escandinavos se suelen secar las agujas de los árboles para elaborar productos como mantequilla
La agencia alimentaria de Bélgica emitió el martes una advertencia de salud pública poco usual tras el fin de las celebraciones navideñas: no coma su árbol de Navidad. El peculiar comunicado se dio después de que la ciudad de Gante, conocida por su enfoque ecologista, compartiera recomendaciones sobre cómo reciclar los árboles navideños. En su página web, el municipio destacó prácticas adoptadas en los países escandinavos, donde se suelen secar las agujas de los árboles para elaborar productos como mantequilla.
Sin embargo, la agencia federal belga para la seguridad de la cadena alimentaria respondió contundentemente al ser consultada sobre el tema. En un comunicado oficial, la institución enfatizó que los árboles de Navidad no están diseñados para ser incorporados en la cadena alimentaria.
«No existe garantía de que consumir árboles de Navidad sea seguro, ni para las personas ni para los animales», declaró la agencia, señalando que la mayoría de los árboles cultivados para la temporada probablemente han sido tratados con pesticidas. Además, advirtió que los consumidores carecen de una forma sencilla de identificar si los árboles han sido tratados con retardantes de llama, sustancias que podrían tener consecuencias graves, incluso fatales, si se consumen.
«En resumen, hay múltiples razones para no promover ni fomentar la reutilización de los árboles de Navidad en la cadena alimentaria», concluyó el organismo. Tras la advertencia oficial, Gante revisó su publicación en el sitio web. El municipio optó por modificar el llamativo título «Cómanse su árbol de Navidad» y lo reemplazó por «Los escandinavos se comen sus árboles de Navidad».
El caso ha generado curiosidad y debate, ya que, aunque reciclar creativamente es una práctica sostenible, la salud y la seguridad deben prevalecer. La advertencia resalta los riesgos potenciales asociados al consumo de productos no convencionales, recordando la importancia de verificar su inocuidad antes de imitarlos, por mucho que sean tendencia en otros países.